Hace diez meses que un alto voltaje provocado por técnicos dela Empresa Distribuidora de Electricidad del Este que trabajaban en el sector Bello Campo, en mi casa achicharró el televisor, el microondas, un abanico, el inversor, la nevera… y no me pulverizó a mí porque corrí a tiempo.
Rubén Bichara, director ejecutivo de la entidad perteneciente ala CorporaciónDominicanade Empresas Eléctricas Estatales, ordenó de inmediato una investigación in situ. Un ingeniero y técnicos llegaron rápido aquella noche de diciembre y corrigieron la avería en línea, verificaron los daños provocados, llenaron los formularios correspondientes y rindieron el informe para fines de resarcir daños. El mismo Bichara, muy diligente, garantizó el pago. Pero días después lo volaron del cargo.
Desde ese momento comenzó el vía-crucis. Promesas y más promesas. Cuentos y más cuentos. Hasta que, agobiado por la falta de institucionalidad, solo me dejaron un camino que no suelo recorrer: tratar situaciones particulares en los medios. Como mi caso es común muchos, al respecto publiqué un artículo en Noticiassin.com, el cual provocó una llamada de la relacionista de Ede-Este quien dijo sentirse preocupada por el caso, y garantizó solución.
Resulta que la solución fue mandar a verificar la situación en la oficina correspondiente donde con desprecio olímpico solo informaron que lo habían sacado de sistema y que era necesario comenzar de nuevo. Por tanto, había que buscar todos los recibos de compra de los equipos chamuscados.
Me hago una pregunta ahora que el superintendente de Seguros y miembro del Comité Político del oficialista Partido de la Liberación Dominicana, Euclides Gutiérrez Félix, es objeto de una feroz campaña internacional a través de todos los medios masivos y redes sociales, para que pague a Ede-Sur, hermana de Ede-Este, un servicio eléctrico que, según el funcionario, no recibe o recibe a medias en violación a la ley sobre la materia:
¿Por qué no amplían la protesta en contra de Ede-Este, si esta no paga los electrodomésticos dañados a los clientes sin dolientes y cobra como si fuese excelente un servicio eléctrico intermitente durante el día y ausente entre ocho de la noche y una de la madrugada?
Ede-Este es ineficiente e ineficaz; mas no tiene compasión con los cortes en el servicio. Los ejecuta horas después de vencido el plazo y, de cualquier manera, cobra 300 pesos por reconexión.
La población tiene que despertar ante esta cadena de abusos. Ede-Este representa el robo a los bolsillos de quienes vivimos al otro lado del río. La lupa de la investigación tiene que llegar hasta empresas estatales fallidas que sin embargo tienen flaco al erario a través de gastos impertinentes.
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