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Batalla Electoral 2024

¡No lo van a impedir!

Una buena parte de los comunicadores y asesores del gobierno confían en que Hipólito “meta la pata” en cualquier momento diciendo lo que no debe decir, como lo hizo Toledo en el Perú, que gracias a sus torpes declaraciones descendió tanto en las preferencias electorales que terminó  descalificado.

Un economista y escritor, enemigo confeso del PRD y de Hipólito, reza todos los días –y lo escribe- para que “el hombre meta la pata”.

Pero no es él solamente. Hay otros, de menos estatura intelectual, pero igualmente peligrosos, sumados al coro de las ofensas y los insultos a través de las redes sociales, la radio, la televisión y los periódicos, sin que la Junta Central Electoral les haga siquiera una advertencia a los dueños de  esos medios, para lo cual está facultada legalmente.

Provocar a Hipólito para que “meta la pata” es una tarea política para la cual no se escatimarán recursos económicos, tecnológicos, ni humanos. (Recordemos que durante una campaña  electoral a  Peña Gómez le hicieron  un video sucio. A Bosch lo editaron para que no creyera en Dios). A Hipólito hay que bajarlo del pedestal electoral en que se encuentra de cualquier modo, por las buenas o por las malas, con campaña limpia o sucia, con verdades o mentiras. Con botas y con votos o ambas cosas a la vez.

Danilo no se abrazó al gobierno por patriotismo, ni hizo una mancuerna con Leonel por amor,  (siguen siendo enemigos íntimos), lo hizo por dinero. Es decir, lo hizo buscando  los  recursos del Presupuesto Nacional. El Estado fue un factor en  contra de Danilo; el Estado, según dijo él mismo, lo derrotó. Ahora quiere que el Estado derrote a Hipólito. (Más de mil millones de pesos en vallas colocadas en todo el territorio nacional, sin contar los cientos de millones de pesos  en televisión, radio, prensa escrita y redes sociales, prueban hasta donde el dinero  será un factor –espero que insuficiente- en la campaña de Danilo)

Solo hay que ver el canal del Estado  convertido en el canal del candidato oficial, al igual que los medios incautados a Ramoncito Báez, que pertenecen al Estado hasta tanto no sean subastados.

Los asesores brasileños, más los colombianos y de otras nacionalidades,  no saben qué hacer para derribar a Hipólito del primer lugar. Su candidato no prende. No arranca  ni que lo empujen. No hay manera de “jumpearlo” con los cables del Presidente Fernández.

No importa  lo que escriba o diga el economista y escritor,  lo que digan el abogado del diablo y sus hijos, el periodista y sus amigos, los  “rumorólogos” (expertos en crear y difundir rumores) ni las demás bocinas, este pueblo decidió sacar al PLD  -la plaga morada- del Palacio Nacional.

Hipólito es un candidato abierto, plural, que dice lo que piensa. Un hombre afable, accesible, de trato cordial con todos. Hipólito es el candidato que dice haber aprendido de sus errores, pero que no teme equivocarse. Errar es de humano.

Los que esperan “la metida de pata del siglo” no se dan cuenta que el Hipólito de este tiempo es distinto al de hace diez años. Lo probó durante la lucha interna del PRD. Es obvio que aprendió la lección de su paso por el gobierno.  No es casual que hoy  encabece todas las encuestas. Es fruto del trabajo cotidiano junto a un grupo de hombres y mujeres decididos a producir un cambio de gobierno.

Hipólito está centrado en el trabajo político para ganar las elecciones de mayo. Los provocadores  que digan lo que quieran decir, verdad o mentira, que lo acusen de lo que quieran acusarlo, verdad o mentira. Nadie logrará que cambie el rumbo, como nadie evitará que por segunda vez derrote a Danilo Medina. ¡Ni siquiera los recursos del Estado, por los que Danilo vendió su alma y su corazón, lo impedirán! Como dice el cantor cubano Amaury Pérez, ¡no lo van a impedir!

 

 

 

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