¨Día por día¨

Una semana tras la detención preventiva de catorce imputados en el caso Odebrecht cuya investigación local tomó cinco meses, el gran ausente del debate es el expresidente Leonel Fernández, quien gobernó la mayor parte del tiempo entre 2001 a 2014 durante el “sobornoriato” brasileño.

¿Por qué debe a mi juicio hablar Leonel? Por muchísimas razones Fernández declarará sin ambages del mayor escándalo de corrupción internacional en cuanto concierna a sus gestiones. Ningún presidente debería pagar por culpas de sus subalternos pero sí ayudar cualquier acción judicial bien fundamentada. A mi querido amigo le he reclamado su contraproducente y equivocada lealtad hacia integrantes de su equipo cuyas reputaciones hablan mal de quien les defienda o justifique.

El silencio prudente y bien administrado puede ser sabio y fructífero, excepto cuando callar otorga razón a quienes señalan a un líder su desorientación o le acusan de complicidad. La dimensión ética y moral del liderazgo es tenida a menos por muchos dominicanos, por nuestra doble moral y proclividad a contemporizar. ¡Foutre! Ojalá hable Leonel…