¿Amigos o rivales? Qué hacer cuando los hermanos compiten por un juguete

El Nintendo DS ha traído discordia entre los hermanos Castillo Rodríguez. También se han peleado por el iPhone, el Wii, la plasticina, las crayolas, o peor aún, por el cariño de mamá. Y es que la rivalidad entre hermanos puede surgir por razones diversas.

Desde las más sencillas, hasta otras más complicadas que pueden arrastrarse hasta la adultez.
Grisell Rodríguez, psicóloga clínica, explica que la rivalidad entre hermanos es algo común siempre y cuando no sobrepase los límites de lo que son las peleas comunes entre los mismos.
“Los hermanos entrarán en conflicto por cosas cotidianas como lo son sus juguetes, pertenencias, espacio, diferencias de edades y muchas otras causas. Sin embargo, la rivalidad es perjudicial cuando se llega a la agresión física o emocional entre los mismos. Peor aún, cuando estas diferencias trascienden a través del tiempo y los conflictos no se resuelven”, explica.
Según destaca Rodríguez, el caso más común de rivalidad entre hermanos surge por el trato que los padres ofrecen a sus hijos. “No se quiere a todos los hijos de igual forma e incluso los padres pueden sentir más afiliación con unos que con otros ya sea por compatibilidad de carácter o por cuestiones de personalidad”.
Así las cosas, si los padres no reconocen y manejan estas situaciones entran en comparaciones, preferencias y por ende, se va a afectar la relación entre los hermanos.
La posición que ocupa el niño en la familia tiende a ser un factor muy estudiado, dice la experta. Puede que un primer hijo haya recibido muchas atenciones. Sin embargo, cuando llega un hermanito, suelen delegarle mayores responsabilidades al mayor para darle toda su atención al recién llegado.
“Siempre se habla del impacto que reciben los hermanos del medio. Estos quedan en un punto de vulnerabilidad, según muchos teóricos. Las rivalidades entre hermanos podrían surgir a cualquier edad”, agrega.
¿Cuántos hermanos dejan de hablarse o pelean por herencias? ¿No eran tan unidos cuando vivían sus padres? “Las personas no solo crean unas personalidades en particular, sino que sus experiencias de vida, las personas con las cuales comparten, las experiencias vividas, hacen que asuman diferentes posiciones en cada etapa de sus vidas”, señala.

Para tener en cuenta:
• Los hijos deben ser planificados.
• Debe ser un acuerdo de antemano en la pareja y respetarse.
• Educar a los niños (por igual) y prepararlos para manejar conflictos en la adolescencia.
• Entender que cada niño es especial y diferente. Hay que ser persistente y manejarlo con disciplina.
• Buscar ayuda cuando haya que manejar una situación especial antes que se salga de control.
• Los padres pueden divorciarse, pero los padres de los hijos, no.
(Fuente: Sonia Concepción, orientadora)