¿Por qué medios serios ni otros señeros guardianes del civismo nunca objetan ni cuestionan la calidad de ciertos denunciantes habituales? El flamante senador por Santiago Rodríguez, Antonio Marte, elegido pese a décadas carpeteando en la capital sin residir en esa provincia, presentó una denuncia contra los exministros Gustavo Montalvo, de la Presidencia, José Ramón Peralta, Administrativo, y Donald Guerrero, de Hacienda, por alegada corrupción con fondos que el denunciante, presidente de la temida mafia transportista CONATRA, entiende que le correspondían a su gremio.
El asesinato del abogado Yuniol Ramírez, en el caso de extorsión por corrupción en la OMSA, sigue juzgándose a paso de tortuga mientras alegados implicados continúan ejerciendo sus habituales truculencias. En la Cámara de Diputados, un inculpado por evasión fiscal por RD$1,815 millones, logró candidatearse por el PRM, ser electo y ahora encabeza comisiones y “estudia” un préstamo por US$300 millones de la Corporación Andina de Fomento (CAF).
La enumeración de coludos impunes a quienes se les permite ejercer como juzgadores de honras ajenas da “esteriquitos”. ¡Ave María purísima!