Contando mueren

Los únicos interesados en descalificar la investigación de la OEA sobre el sabotaje de las elecciones municipales del 16 de febrero son quienes, tras demostrar en las primarias cuán mal perdedores son, le huyen –como Drácula a la luz del sol— a que se cuente su chorrito de votos. Las urnas definirán la real estatura de cada cual.

Por eso es tan acertado que el CONEP y otras asociaciones exijan que se realicen las investigaciones pertinentes para sancionar a los taimados responsables del torpe aborto del certamen. El creciente consenso acerca de la necesidad de establecer responsabilidades incluye ahora al PRM y su candidato Luis Abinader, quienes reculan corrigiendo su errada asociación con el FUPU para retrasar o impedir el proceso democrático.

Ahora falta, como también sugirió el CONEP, que aparte de realizar elecciones limpias y transparentes, los partidos, candidatos y autoridades públicamente se comprometan a respetar los resultados, en vez de apañar la interminable fuñidera en la JCE de forzadores y aliados, como si contar sus voticos fuese su acabose.