REDACCIÓN INTERNACIONAL.– La exposición al cloro es un riesgo durante el verano ya que, según los expertos, suele afectar a la salud dermatológica, dental y ocular. A pesar de su eficacia como desinfectante, su uso prolongado y frecuente puede tener consecuencias negativas que conviene conocer para prevenir.
Problemas derivados del cloro
Dos expertas de Sanitas en dermatología y odontología explican los principales problemas de este tipo de químicos en la piel y dientes, que además ofrecen varias recomendaciones para prevenir los efectos adversos.
El doctor Pedro Arriola de la clínica Miranza IOA, por su parte, completa estas recomendaciones desde el punto de vista oftalmológico y además aporta varios consejos para cuidar de los ojos y tomar medidas de precaución.
En la piel
El cloro, al ser un elemento químico, puede causar irritaciones en la piel, especialmente en personas que la tengan sensible o con condiciones como dermatitis o eczema.
“En este sentido, estar en contacto con él de manera excesiva provoca sequedad, descamación y enrojecimiento, debido a que elimina los aceites naturales que protegen el cutis. Es importante enjuagar bien la piel después de nadar y aplicar una crema hidratante para restaurar la barrera cutánea”, explica la doctora Cristina Villegas, jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja.
En los dientes
Asimismo, tal y como indica Lorena Trinidad, odontóloga del departamento de Innovación y Calidad Clínica en Sanitas Dental, la presencia de este elemento químico también afecta a la salud bucodental:
“El cloro en el agua de las piscinas puede provocar la decoloración de los dientes y la erosión del esmalte dental. La exposición repetida lleva a la acumulación de una película de residuos clorhídricos que, si no se elimina adecuadamente, contribuye a la formación de sarro y caries.
Ante esta situación es recomendable usar pasta dental con flúor y realizar limpiezas dentales regulares para mantener la salud bucal en buen estado”, explica la odontóloga.
En los ojos
Las afecciones oculares más comunes en verano son las molestias por la acción del cloro, el efecto de la luz ultravioleta del sol y la introducción de cuerpos extraños en los ojos.
En concreto, la exposición a este agente desinfectante puede causar conjuntivitis irritativa y orzuelos, especialmente en niños, mientras que el uso de lentes de contacto dentro del agua aumenta el riesgo de desarrollar una infección ocular.
Recomendaciones
Para prevenir los daños producidos por este químico, las doctoras de Sanitas han elaborado seis consejos para minimizar los efectos negativos del cloro en la piel y los dientes, mientras que el doctor de la clínica Miranza IOA aporta otras cuarto recomendaciones para cuidar de los ojos:
En este punto, enjuagarse con un colutorio sin alcohol permite eliminar los residuos de cloro de los dientes sin causar desecación adicional.
Para evitar esto, los expertos recomiendan delimitar su ingesta. De este modo, se reduce la producción de ácidos por bacterias bucales, lo que ayuda a mantener el pH oral en niveles adecuados y protege el esmalte de la erosión causada por el cloro.
Dado el PH y la composición del cloro que irrita la conjuntiva de los ojos, estos se enrojecen y provocan rojez, molestias y picor. Por eso, en caso de no disponer de gafas, lo mejor será evitar abrir los ojos debajo del agua.
“Es muy importante no bañarse con lentillas pues hay un protozoo de vida libre, una ameba que puede producir infecciones en el ojo y son mucho más frecuentes en pacientes que llevan lentes de contacto”, insiste el oftalmólogo Pedro Arriola.
Para ello aconseja usar gafas de sol homologadas y adquiridas en establecimientos especializados, así como gorras o viseras que complementen la protección contra la radiación solar, la cual puede provocar patologías como cataratas y cánceres oculares.
Y por último…
“Ante cualquier indicio de irritación en la dermis o problemas dentales derivados del cloro es fundamental contactar rápidamente con los profesionales de la salud, ya sea de manera presencial o a través de videoconsulta”, explica la doctora Villegas.
“No hay que dudar en buscar ayuda médica ante los primeros síntomas, pues la prevención y el cuidado temprano son claves para mantener una buena salud general”, concluye la doctora.