Es imposible cambiar la dirección del viento, pero podemos ajustar nuestras velas para aprovecharlo y evitar que nuestro barco zozobre con una mejor actitud.
Esto lo señala un proverbio del que hay distintas versiones, con ligeras variantes, pero que vienen a significar lo mismo: la necesidad de adaptarnos a las nuevas circunstancias que nos depara la vida y buscar el modo de superarlas.
Cuando soplan vientos de cambio, y quizá de tormenta, como ahora, en lugar de quejarnos de las corrientes de aire o esperar que modifiquen su trayectoria, es preferible ser realista y ajustar nuestras “velas psicológicas y emocionales”, indican tanto el sentido común, como los conocedores de la psique humana.
La psicóloga Pilar Conde, directora técnica de Clínicas Origen, traslada a Efe algunas claves para afrontar de modo positivo y con una actitud favorable los retos personales que, posiblemente, nos aguarden en el año que comienza.
Pareja: nuevas tensiones y relaciones
“En base al actual contexto y las tendencias en curso, los principales retos para las parejas serán: iniciar una relación, consolidar la presente o superar una crisis matrimonial, en unas circunstancias especiales como las que vivimos”, según Conde.
“La situación vivida desde comienzos de 2020 ha derivado en la generación de tensiones financieras en los hogares y problemas laborales, lo que afecta a la pareja y a la convivencia”, señala.
Por otra parte “ahora volvemos a tener más oportunidades de ocio que facilitan conocer a personas de la manera tradicional. Por lo tanto, habrá es que adaptarse a esta situación”, ya que durante la pandemia se instauró la tendencia de entablar relaciones amorosas por las redes mediante aplicaciones o ‘apps’.
“Adaptar nuestra conducta y pensamiento a conceptos y situaciones cambiantes, novedosas e inesperadas; escuchar con atención a la persona con la que conversamos; dejar de lado las ideas preconcebidas y fomentar la comunicación con nuestra pareja, son actitudes que nos ayudarán a afrontar estos cambios de una manera positiva”, según la psicóloga.
Estado de ánimo: hora de ponerse en marcha
“La pandemia ha tenido un gran impacto en el estado de ánimo de las personas. Todo ello debido a la reducción de las actividades, el aumento de las situaciones de estrés y la disminución de contacto físico con la ‘red social de apoyo’, compuesta por aquellas relaciones que integran a una persona con su entorno humano”, ratifica Conde.
“Por lo tanto, un reto importante para 2022 consistirá en recuperar el estado de ánimo y retomar aquellas dinámicas saludables para el bienestar emocional”, asegura.
“Para afrontar este reto, va a ser necesario “obligarnos” a nosotr@s mism@s a retomar ciertas actividades y tener una mejor actitud”, sostiene.
“Un estado de ánimo decaído invita a no hacer, y esto es justo lo que mantiene y empeora dicho estado de ánimo”, advierte.
“Por eso, tendremos que forzarnos en retomar aquellas actividades que producen salud y bienestar y dejar de lado de manera progresiva las contrarias, aunque sintamos que no nos apetece hacerlo”, aconseja.
Equilibrio mental: mirar nuestro interior
“Trabajar sobre el equilibrio mental, requiere sentirse en paz con uno mismo. Necesitamos un estado en el que los pensamientos, emociones, valores y acciones tienen que estar en sintonía”, señala la psicóloga de Clínicas Origen.
Añade que dicho equilibrio tiene que producirse “en todas las áreas vitales de la persona.
Como por ejemplo el trabajo, el ocio, la pareja y la salud, entre otras, porque cuando un área está gravemente afectada, afecta al equilibrio de las otras”.
“Desarrollar la capacidad introspectiva, es decir la mirada hacia nuestro interior, y practicar actividades que potencien la conexión con nosotros mismos, como la meditación, el ‘mindfulness’ o la atención plena al aquí y ahora, y las técnicas de relajación es de gran ayuda para recuperar y mantener el equilibrio mental”, considera la experta.
Por otro lado, recomienda tomar decisiones y plantearnos objetivos.
Vida social: retomar el contacto personal
Para Conde es y será muy importante “seguir retomando el contacto presencial con las diferentes amistades. Tanto las más íntimas como aquellas puntuales, dado que venimos de una etapa de distanciamiento social, a causa de la pandemia”.
“El retorno al entorno laboral de manera presencial, también va a requerir adaptarse de nueva a las diferentes interacciones laborales, con los jefes y compañeros de trabajo”, incide.
Para Conde, la actitud más favorable para afrontar este reto consiste en “cultivar la asertividad (expresar nuestra opinión de manera firme pero sin agresividad) mejorar la comunicación, proponer planes e involucrarse activamente en las actividades que hemos establecido”.
Familia: reencontrarse con uno y los demás
Durante la pandemia la familia con la que se convive se convirtió para muchas personas en el núcleo principal de apoyo, con el que se pasaba la mayor parte de su tiempo.
Por lo que al cambiar la situación esta relación va a tener que redefinirse, “reduciendo el tiempo de interacción familiar y compartiéndolo con las otras facetas de la vida”, señala.
Para afrontar este reto, Pilar Conde recomienda “mantener la independencia emocional. Es decir, hacernos cargo de nosotros mismos en todos los sentidos en vez de depender de los demás. Así como abrirnos a nuevas experiencias e interacciones con otras personas”.
En lo que respecta a los familiares más lejanos, con quienes no convivimos, esta psicóloga aconseja “retomar los contactos, así como los eventos familiares y las expresiones físicas de afecto con nuestros seres queridos”.
Estabilidad económica: confiar y actuar
“La estabilidad profesional y económica, así como las posibles deudas que se hayan adquirido durante los últimos años, van a estar presentes en 2022”, estima.
“Si nuestro trabajo o nuestra economía no cubren los mínimos necesarios, esto genera elevados niveles de estrés y tensión, tanto a nivel personal como familiar y social, por lo que será necesario confiar en nuestras propias capacidades”.
“Hay que estar abiertos a un cambio de trabajo o a la posibilidad de emprender una actividad o negocio, para afrontar este reto”, concluye Conde.