Santo Domingo. En un firme pronunciamiento desde la capital dominicana, la República Dominicana junto a otras 22 naciones y la Unión Europea, emitieron la «Declaración de Santo Domingo» en la que urgieron al gobierno de Venezuela a cesar la violencia, respetar los derechos humanos y garantizar la transparencia en los procesos electorales. Este llamado a la cordura y al diálogo se produce en un contexto de creciente tensión política y social en Venezuela, tras las controvertidas elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024.
Los países firmantes de la declaración expresaron su preocupación por las violaciones a los derechos humanos y la represión a manifestantes en Venezuela. «Hacemos un firme llamado a la sensatez y la cordura en Venezuela,» señalaron, subrayando la importancia de que todos los actores sociales y políticos ejerzan «la máxima mesura en sus actuaciones públicas.»
La declaración también rechaza enérgicamente las detenciones arbitrarias y la violencia que ha cobrado la vida de muchos venezolanos en el contexto postelectoral. Los firmantes exigieron la «inmediata liberación» de todos aquellos detenidos, incluidos representantes de la oposición, y pidieron el retorno de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos a Venezuela, con garantías para que pueda desempeñar plenamente su mandato.
Una parte significativa de la declaración se centra en la transparencia de los recientes resultados electorales. Los países firmantes tomaron nota del informe preliminar del Panel de Expertos de Naciones Unidas, que indica que el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela aún no ha presentado las actas electorales que sustenten la veracidad de los resultados del 2 de agosto. También se destacó que más del 80% de las actas publicadas digitalmente arrojan un resultado distinto al oficial.
En consecuencia, se solicitó «la inmediata publicación de todas las actas originales y la verificación imparcial e independiente de esos resultados,» preferiblemente por una entidad internacional, para asegurar que se respete la voluntad del pueblo venezolano expresada en las urnas.
La Declaración de Santo Domingo no solo condena las acciones del gobierno venezolano, sino que también hace un llamado al diálogo inclusivo y de buena fe para facilitar un acuerdo político que propicie la reconciliación nacional. «El momento exige un diálogo amplio, inclusivo y de buena fe para facilitar un acuerdo político que auspicie la reconciliación nacional, la paz, la seguridad pública y la democracia en Venezuela,» señalaron los firmantes, comprometiéndose a apoyar todos los esfuerzos en este sentido.
Entre los firmantes de la declaración se encuentran importantes naciones de América Latina, Europa, América del Norte y África, incluyendo a la República Argentina, Canadá, República de Chile, República Checa, Estados Unidos, República Italiana, Reino de España, y la República Dominicana, entre otros.