1.- Aprópiese de un triunfalismo extremo.
2.- Menosprecie y subestime sin descanso.
2.- Grítele ladrón a todo el mundo. Hágalo mañana, tarde y noche. Conviértase en una pesadilla.
3.- Sea desenfrenado en el hablar. Siempre hable antes de pensar y refiérase despectivamente al tercer sexo, trabajadoras sexuales, personas pequeñas, negras y pobres, y a los progresos tecnológicos en esta sociedad joven.
4.- Niegue la realidad. Trate de crear su propio mundo, aunque el mundo se oponga.
5.- Húyale a la evaluación de su discurso y sus actos. Nunca los cambie. Matrimóniese de por vida con la terquedad y siempre crea que los demás andan mal y que usted es un ser perfecto.
6.- Siempre crea que el adversario es chiquito, e injúrielo, junto a su familia.
7.- Tenga presente hasta durmiendo que los demás son innecesarios para su proyecto.
8.- Recuerde siempre romper con las normas sociales. Irrespete todos los rituales, incluyendo los del poder.
9.- Atropelle a los periodistas y las periodistas. Llámeles corruptos y babosos. Y si alguna tiene alguna condición de vida, estréllesela en la cara.
10.- Hable duro, hágase de una dinámica gestual amenazante, arrebatada; quiébrele las manos a quien salude para que note su fortaleza.
11.- Sea incoherente. Diga una cosa hoy y otra mañana.
12.- Rechace cualquier asesoramiento porque usted es “atípico”.
13.- Maneje el recurso de cantinfladas como discurso político.
14.- Hable sin parar de cualquier tema, aunque apenas lo conozca.
15.- Sea prepotente.
16.- Haga campaña solo cuando aspire.
17.- Jamás apueste a la unidad de su partido. Tampoco a conquistar el sector externo. Convénzase de su autosuficiencia.
18.- Evite estudiar la realidad socioeconómica y los procesos políticos de su país y el mundo.
19.- Asegúrese de amenazar al Presidente; cuestione su moral y la de su familia pues, aunque eso unifique al partido de Gobierno, usted será imbatible en los comicios.
20.- Haga chistes con todo y en cualquier escenario, sin importar ofensas. Ejerza con desparpajo ese don que Dios le dio.
21.- Respalde cualquier acción cavernícola de su gente cercana.
22.- Olvide que vive en una sociedad mediática donde la videopolítica es un eje fundamental.
23.- Apueste al olvido y a la pobre inteligencia de la población.
24.- Llévese de encuestadores fracasados.
25.- Considérese como el hombre más serio de “la bolita del mundo”.
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