Aunque preguntar no es necesariamente un delito, la intención o el contenido que implica apología, planificación o participación en actos ilegales, puede tener consecuencias legales.
Interactuar con ChatGPT puede parecerte maravilloso, ya que tiene respuestas diseñadas para prácticamente todo lo que se te ocurra preguntar. Sin embargo, la herramienta de Inteligencia Artificial (IA) también está programada para respetar sus políticas de uso seguras y responsables.
Esto significa que existen límites claros sobre lo que puedes y no debes preguntar. De hecho, ChatGPT está diseñada para detectar posibles riesgos o abusos, planificados a través de las interrogantes, que luego podrían ser reportados a la compañía OpenIA.
A continuación, te contamos qué tipo de preguntas nunca debes hacer, por qué están prohibidas y qué consecuencias podrías enfrentar si insistes en realizarlas.
Solicitar métodos para autolesionarse o dañar a otros no solo es riesgoso, también va contra todas las políticas de uso de plataformas responsables. Este tipo de preguntas activa bloqueos automáticos y puede generar reportes internos.
Las instrucciones sobre cómo crear materiales peligrosos o ilegales no están permitidas. No importa si es por curiosidad: formular esas preguntas puede terminar en la suspensión de tu cuenta.
Las IA como ChatGPT no permiten asesoramiento sobre cómo entrar ilegalmente en sistemas informáticos, robar contraseñas o vulnerar redes. Además del bloqueo automático, este tipo de consultas puede llevar a una revisión de seguridad.
Pedir consejos para hacer trampas, defraudar a instituciones o personas es considerado uso malicioso. ChatGPT está diseñado para rechazar ese tipo de interacciones y marcar la actividad sospechosa.
Solicitar datos personales, ubicaciones o detalles privados de alguien más sin su consentimiento está totalmente prohibido. La IA no está hecha para espiar ni ayudar a hacerlo.
Aunque ChatGPT puede ofrecer orientación general, no debe usarse como sustituto de un profesional certificado. Intentar obtener diagnósticos, defensas legales o decisiones financieras concretas puede ser riesgoso para ti y llevar a errores graves.
Aunque preguntar no es necesariamente un delito, la intención o el contenido que implica apología, planificación o participación en actos ilegales, puede tener consecuencias legales. Especialmente si hay riesgo real o reincidencia.