Redacción internacional.- El cáncer de mama es la enfermedad oncológica más frecuente entre las mujeres en Argentina y el mundo. En el país, 22,000 casos se diagnostican cada año, 60 mujeres al día.
Sin embago, las estadísticas también muestran un panorama alentador: en las últimas dos décadas, la tasa de mortalidad ajustada por edad disminuyó al 1% anual, según datos del Ministerio de Salud de la Nación. Esto se debe, en gran parte, a los avances terapéuticos y a la detección precoz, lo que permite tratar la enfermedad en sus primeras etapas, con tasas de curación de más del 90%.
El cáncer de mama se origina cuando las células comienzan a multiplicarse de manera descontrolada, dando lugar a un tumor maligno. Esta enfermedad puede presentarse en cualquier mujer, aunque el riesgo de desarrollarla aumenta con la edad, y la mayoría de los casos de detectan entre los 55 y 65 años.
Sin embargo, cerca de un 10% de casos se da en menores de 40 y otro 10%, en mayores de 80. Los avances en el tratamiento del cáncer de mama son prometedores, pero la prevención sigue siendo el mejor aliado para reducir la mortalidad.
En el marco del Día Mundial del Cáncer de Mama, que se celebra cada 19 de octubre, se destaca la importancia de que la población tome un rol activo en el control de los factores de riesgo. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) señala que entre estos factores se encuentran la obesidad, el consumo de alcohol o tabaco, los antecedentes familiares de la enfermedad, la exposición a radiación, los antecedentes reproductivos y hormonales.
Sin embargo, cerca de la mitad de los casos se presentan en mujeres que no tienen factores de riesgo identificables. El doctor Francisco Terrier, presidente de la Sociedad Argentina de Mastología (SAM) y especialista de la Clínica Breast y el Hospital Italiano de La Plata, destacó a Infobae la importancia de mantener un estilo de vida saludable y realizarse los controles médicos preventivos: “Todos pueden hacer algo por la prevención. Además de los estudios apropiados, los buenos hábitos de salud, como una dieta adecuada, evitar el sobrepeso y realizar actividad física. Si bien hay grupos de mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama, no hay ninguno sin riesgo”, afirmó.
Uno de los puntos más importantes en la detección temprana del cáncer de mama es la realización de mamografías anuales. Según la SAM, todas las mujeres deben someterse a este estudio a partir de los 40 años. Para aquellas que tengan antecedentes familiares de la enfermedad, se recomienda comenzar 10 años antes de la edad en la que se diagnosticó el cáncer al familiar más joven.
“Todos los tumores malignos, independientemente de su mayor o menor agresividad, pueden detectarse en estadios iniciales y en todos los tipos el diagnóstico precoz se relaciona con mayores porcentajes de curación. Todas las estadísticas, siempre hablando en el campo del diagnóstico temprano, se encuentran por arriba del 90%”, precisó el presidente de la SAM.
Según la doctora María Eugenia Azar, vicepresidenta de la SAM y jefa del Departamento de Mastología del Instituto Roffo, los hábitos saludables no solo impactan en la prevención de esta patología, sino que también influyen en otros tipos de cáncer y mejoran la tolerancia a los tratamientos. “Los hábitos de alimentación saludable y la actividad física no solo previenen la enfermedad cardiovascular, también disminuyen el riesgo de desarrollar cánceres como el de mama, colon y endometrio”, explicó.
El doctor Francisco Terrier agregó: “Los tratamientos hormonales que se llevan a cabo durante los años siguientes al diagnóstico son más efectivos y tienen menores efectos secundarios si están acompañados de hábitos saludables, fundamentalmente a nivel nutricional y de actividad física”.
La doctora Sabrina Barchuk, miembro de la SAM y médica del Hospital Fernández, recomendó seguir una dieta rica en vegetales, frutas, cereales integrales y proteínas magras, como el pescado. Otro consejo muy importante es limitar al máximo la ingesta de alcohol, teniendo a lo sumo un consumo moderado: “Para las mujeres, esto equivale a una copa por día. El riesgo de sufrir diferentes tipos de cáncer (como el de mama y del hígado) parece aumentar con la cantidad de alcohol que se consume y el período durante el cual se ha consumido con regularidad”, apunta.
Asimismo, remarcó la importancia de mantener un peso saludable y controlar el estrés, ya que tiene un impacto negativo en el sistema inmunitario y en la calidad de vida.
Es habitual que tanto hombres como mujeres tomen conciencia de la importancia de cuidar la salud al entrar en la mediada edad, pero los expertos insisten en lo importante que es tomar conciencia a lo largo de la vida, cuanto antes, mejor.
El doctor Terrier explica que la educación y llevar un estilo de vida saludable deben iniciarse mucho antes de la cuarta década: “Siempre hablamos de los 40 años como parámetro para comenzar con la realización de la mamografía anual; y si bien este es un mensaje clave, la educación y la transmisión de buenos hábitos de salud puede y debe comenzarse mucho antes”, sostuvo.
Además de la mamografía, se recomienda el autoexamen mamario como una herramienta complementaria. “Todas las mujeres deben autoexaminar sus mamas desde la adolescencia para aprender a conocerse y detectar alguna anomalía”, sostiene la doctora Azar. Este procedimiento, aunque no reemplaza a los estudios de imágenes, permite que las mujeres se familiaricen con su cuerpo y puedan identificar cualquier cambio, como la presencia de un bulto, cambios en el tamaño o forma de la mama, hundimiento del pezón o secreciones.
Este año, la Sociedad Argentina de Mastología fue reconocida por el Ministerio de Salud de la Nación como entidad certificante de la especialidad de mastología. Esto asegura que los profesionales que tratan a las pacientes estén altamente capacitados y actualizados. Según la doctora Azar, “la medicina ha avanzado en todos los campos, por lo que se hace imperioso que quien maneja la patología mamaria sea un especialista en el tema, que esté actualizado y formado en la especialidad”.
Este reconocimiento también incluye la obligación de que los mastólogos revaliden su certificación cada cinco años, lo que garantiza que los profesionales estén al tanto de los últimos avances en la materia. El doctor Terrier subrayó la importancia de esta medida para mejorar la calidad de atención: “Es muy bueno que el paciente conozca la existencia de la especialidad y que se difunda la posibilidad de acceso a especialistas respaldados por un título otorgado por una entidad científica con historia y certificados por el Ministerio de la Nación”.