SANTO DOMINGO.- La muerte de decenas de personas intoxicadas con bebidas alcohólicas de fabricación clandestina ha estado en el centro de la opinión pública en las últimas semanas. Se trata de una crisis de salud, pero que también tiene componentes tributarios.
De acuerdo al tema el economista Magín Díaz, quien fue Director General de Impuestos Internos, dice que debe haber una estrategia transversal, una estrategia de diversas instituciones, debe haber apoyo político y sometimiento para que haya consecuencias para aquellos que comercializan bebidas adulteradas.
Sobre la carga tributaria, considera que es alta y que juega un rol, pero entiende que es un problema mucho más complejo, ya que va más allá de la parte tributaria.
“Claramente hay un componente tributario fiscal, obviamente lo principal es el drama humano. Al día de hoy han fallecido 64 personas según el Ministerio de Salud y hay más de 150 personas afectadas. El año pasado al principio de la pandemia fallecieron más de 200, ósea, es un problema recurrente”, expresó.
Agrega que no solo es un tema tributario, aunque el tema tributario es importante, “el impuesto al alcohol el año pasado recaudó unos 30 mil millones de pesos, es decir, es un impuesto importante el cual se pone un impuesto selectivo en adición al ITBIS, ya que el alcohol se considera una externalidad negativa y se busca penalizar su consumo”.
Puntualiza que debe haber una estrategia transversal donde participe no solo la administración tributaria, sino también la Dirección de Aduanas, ya que hay un tema de contrabando, los organismos de seguridad, las autoridades de salud, “hay que hacer sometimientos a la justicia y a esas personas”.
Precisa que durante su cargo en la DGII dejaron instalado el proyecto de trazabilidad fiscal de los alcoholes, es decir, usar la tecnología. “Yo creo que eso es algo que puede ayudar, el consumidor tendría un aplicación en su teléfono para verificar la autenticidad de cada bebida alcohólica que vaya a comprar”.
A su juicio hay que atacar las destilerías, hay que atacar las comercializaciones, la distribución, “ósea, tiene que ser una estrategia integral con el mayor apoyo político del gobierno”.