REDACCIÓN INTERNACIONAL.- La primera vez que Jean Seberg apareció en la pantalla lo hizo a lo grande. Protagonizó nada menos que Juana de Arco (1957) dirigida por el prestigioso realizador Otto Preminger. En ese momento no sabía ella que su vida y su carrera también serían objeto de persecución y escarnio público. Cuando el mundo la vio en el cine se enamoró de ella. Lo que siguió fue un número de títulos importantes, algunos de los cuales son piezas claves de la historia del cine.
Su filmografía mostró interés por el buen cine, con propuestas de vanguardia y otras más clásicas. Tuvo algunos fracasos y algunos éxitos. En la primera parte de su carrera se destacan, además de su Juana de Arco, Buenos días tristeza, junto a David Niven y Deborah Kerr, La leyenda de la ciudad sin nombre, compartiendo cartel junto a Clint Eastwood y Lee Marvin y Sin aliento, la película de Jean-Luc Godard, junto a Jean-Paul Belmondo. Este último film, pieza fundacional de la nouvelle vague, permitió que su rostro quedara inmortalizado más que con cualquier otro de sus papeles.
Sus inquietudes artísticas no eran mayores que su compromiso político. Jean Seberg se convirtió en estrella en una década convulsionada. Los 60 en los Estados Unidos, como en gran parte del mundo, fueron años de luchas y reivindicaciones. Seberg decidió ser una militante de las causas de los derechos civiles. Se asoció a Las Panteras Negras y otros grupos que buscaban reivindicar el poder negro en los Estados Unidos. Algunos veían esto como una pose de estrella de cine, pero no pensaba lo mismo el FBI.
El propio J. E. Hoover había aprobado el programa COINTELPRO (Counter Intelligence Program), un programa de contrainteligencia que consistía en infiltrarse en estos movimientos, vigilar también a quienes estuvieran cerca de ellos y finalmente desacreditar cualquier voz pública que pudiera defenderlos. Jean Seberg fue una víctima directa de este programa, lo que no solo arruinó su carrera, sino también le provocó daños psicológicos de los cuales jamás se recuperaría.
En la película Seberg (2017) se cuenta toda esta parte de la vida de la actriz. El rol principal quedó en manos de Kristen Stewart, famosa por la saga de Crepúsculo, pero también protagonista de films menos famosos, aunque más ambiciosos en lo artístico. Sin duda Stewart se siente cerca del personaje, aunque no intente imitarla. Allí aparece la relación amorosa con Hakim Jamal y el apoyo a los Panteras Negras. Se ve también su matrimonio con el escritor Romain Gary, el segundo de los tres de la actriz, sin duda el más importante.
La película no busca ser un retrato completo de la actriz y simplifica algunas cosas de su vida, tal vez porque la tragedia y el dolor que atravesó fueron mucho más grandes de lo que una sola película puede mostrar. Su vida privada, sus frustraciones, sus adicciones y su largo derrotero desde la persecución de la que fue víctima hasta su prematura muerte a los 40 años.
El FBI logró filtrar la noticia de que ella esperaba un bebé de Hakim Jamal. Esto salió publicado en varios medios y generó un revuelo en la vida privada y pública de Jean Seberg. El embarazo era real y el bebé no era de su marido, cosa que años más tarde el propio Romain Gary admitió. Pero había sido producto de la relación efímera de la actriz con un militante mexicano en un rodaje que ella realizó en México, y no con el activista Hakim Jamal. El daño estaba hecho y aunque con los años se conoció que era todo una operación del FBI, ya era tarde para las disculpas. Su hija falleció pocos días después de haber nacido. En ese mismo año, 1970, se estrenó la película más taquillera de su carrera: Aeropuerto.
El 30 de agosto de 1979 su cuerpo sin vida fue encontrado en un auto estacionado en un barrio de París. La autopsia estableció que había muerto de sobredosis. Pero su exmarido Romain Gary culpó al FBI por el fallecimiento de la actriz. Al entierro concurrió solo uno de los actores principales que trabajó con ella: Jean-Paul Belmondo. Gary fue el amor más importante en su vida y juntos tuvieron un hijo, Alexandre Diego Gary, nacido en 1962. Un año más tarde de la muerte de Jean Seberg, Gary también se quitó la vida.
Alexandre Diego Gary escribió un libro sobre sus padres. Se llama “S. o la esperanza de vida”. Fue la manera de exorcizar el trauma de su vida. Hoy la mayoría de los que ven las películas de Jean Seberg ignoran su historia. Son clásicos que han sobrevivido a toda esta tragedia y su fotogenia se mantiene intacta. Desde el profético rol de Juana de Arco a los primeros planos inolvidables de Sin aliento, la magia de su rostro cinematográfico sigue intacta. Eso no hay conspiración que pueda taparlo. Jean Seberg sigue viviendo en la pantalla.
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