Ciudad de Guatemala.- El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, decretó este viernes por la noche en consejo de ministros un nuevo estado de calamidad pública para hacer frente a la variante delta en el país centroamericano, que suma en total 403.248 contagios y 10.960 muertes por covid-19.
El acuerdo gubernativo para establecer el estado de calamidad por los siguientes 30 días será publicado en el diario oficial la mañana del sábado y deberá ser ratificado por el Congreso para que entre en vigor, aseguró el mandatario guatemalteco en cadena nacional de radio y televisión.
Giammattei aseguró que Guatemala «no podía ser la excepción» respecto de otros países del mundo que también han establecido restricciones para mitigar la variante delta, que es «altamente contagiosa y con mayor énfasis en niños y jóvenes».
Así como el mundo «se ha teñido de rojo» a causa de las nuevas variantes del coronavirus, Guatemala también ha coloreado la mayoría de sus municipios en rojo, la máxima alerta del semáforo de la pandemia, indicó el gobernante.
El estado de calamidad permitirá al mandatario establecer algunas medidas como un nuevo toque de queda nocturno de 22.00 a 04:00 hora local (04:00 a 10:00 GMT), como no se veía desde marzo a octubre, cuando decidió terminar con estas medidas que detuvieron toda actividad vespertina.
LA CRISIS DE LA VARIANTE DELTA
El sistema hospitalario de Guatemala vive momentos críticos, con 6.428 personas que han requerido hospitalización en los últimos meses, mientras que únicamente hay 2.511 camas disponibles; 900 de las cuales no existían previo a la pandemia.
«Hoy se hace necesario robustecer las normas sanitarias», enfatizó Giammattei al declarar el estado de calamidad, que devolverá al Ministerio de Salud Pública la fuerza para «mitigar la propagación de la covid-19», como el toque de queda parcial, prohibición de reuniones sociales y las recreativas no esenciales.
Tampoco estarán permitidas las «reuniones de personas, los espectáculos públicos», pero sí se podrán realizar «manifestaciones con debida notificación y medidas sanitarias para garantizar la libertad de locomoción», esgrimió el presidente de Guatemala.
Ordenó, además, al Instituto Guatemalteco de Migración, a la Dirección General de Aeronáutica Civil y al Ministerio de Relaciones Exteriores, en coordinación con las fuerzas de seguridad y armadas «la vigilancia y puestos fronterizos con relación a viajeros y tripulantes procedentes de países con la variante delta».
Con 3.175.709 personas vacunadas, Guatemala avanza en su Plan Nacional de Vacunación, que contempla a 10,5 millones de guatemaltecos, es decir a todos los mayores de 18 años, en una nación de más de 16,3 millones de habitantes, según el censo de población y vivienda de 2018.
«Como jefe de Estado y representante de la unidad nacional los invito a que tomemos con seriedad el momento que estamos viviendo. A que en lugar de dividirnos nos unamos en detener esta enfermedad. La mejor manera es vacunarse. Próximamente seguiremos bajando la edad a 18 años, para llegar a 10,5 millones de vacunados. Hoy ya llegamos a más del 25 % del plan», detalló.
La vacuna contra la covid-19, continuó, «previene la muerte, no la enfermedad. Esta variante delta tiene una particularidad, afecta a gente joven y niños y es mucho más agresiva a las otras variantes detectadas en el mundo. Quedémonos en casa. No vayamos a un lugar lleno de gente. Si vamos al mercado y está muy lleno, regresemos otro día o a otra hora», concluyó.
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