EEUU.– Un juez de Nueva York determinó este jueves que un joven de 16 años deberá cumplir entre nueve años de prisión y cadena perpetua por el asesinato de una estudiante universitaria en diciembre de 2019, cuando el autor tenía 14 años, en un caso que causó conmoción en la ciudad.
Dos adolescentes de 14 y uno de 13 años fueron entonces acusados por la muerte de Tessa Majors, de 18 años, que se había mudado recientemente de Virginia a Nueva York para estudiar en la Universidad Barnard.
Hoy, uno de los asesinos, Luciano Lewis, escuchó la sentencia que le impuso el juez Robert Mandelbaum, de la Corte Suprema en Manhattan, y que se confirmará con el tiempo y el avance del proceso, en una audiencia en la que estuvo presente Inman Majors, el padre de la víctima, que no pudo contener el llanto.
Lewis se declaró culpable el mes pasado de asesinato en segundo grado y robo en primer grado, señala el diario New York Post.
«El 11 de diciembre de 2019 las esperanzas y sueños de nuestra hija Tess llegaron a un trágico final», señaló Majors en su declaración escrita, que fue leída por el fiscal del caso, Anthony Bogdanos.
En su escrito Majors, profesor de inglés en la Universidad James Madison en Virginia, habló del «dolor, el trauma y el sufrimiento inconmensurables» que su familia ha soportado desde el asesinato de su hija, agrega el diario.
Majors fue asesinada de una puñalada en el corazón en un fallido intento de robo mientras caminaba por el parque Morningside, cerca del Barnard College donde estudiaba, y de la Universidad de Columbia, en Manhattan.
Además de Lewis, fueron también arrestados Rashaun Weaver, entonces de 14 años, a quien se le señala como el autor del crimen y que aún aguarda por su juicio, y Zyairr Davis, de trece años.
Davis habría confesado que él y sus amigos fueron al parque con la idea de realizar unos «asaltos».
Lewis fue quien agarraba a Majors con una llave por la cabeza en el momento en que Weaver la apuñalaba.
Antes de dictar su condena, el juez indicó que «triste y preocupantemente, el acusado no ha aprendido ninguna lección», al referirse a que Lewis, una vez dentro de la cárcel, fue encontrado culpable de contrabando y de haber participado en la agresión a otro reo en una disputa por una manta.
Lewis aseguró por su parte estar «avergonzado y triste» sin mirar al padre de Majors. «No soy el monstruo que alguna vez pensó que era», indicó, el joven, que también dirigió unas palabras a su propio padre: «Lamento haberte fallado. Te prometo que te haré sentir orgulloso de nuevo».
Davis, el menor de 13 años, fue el primero en declararse culpable y fue acusado en 2020 de robo en primer grado y sentenciado a 18 meses de detención, tras ser juzgado como juvenil.
Recibe las últimas noticias en tu casilla de email