Santiago.- Dos fallecidos y 450 detenidos se registraron tras la celebración en Chile del segundo aniversario del estallido social de 2019, que se conmemoró el lunes con una gran marcha pacífica en Santiago a cuyo termino se produjeron actos vandálicos como saqueos e incendios en diferentes puntos del país.
Así lo confirmaron desde el cuerpo policial de Carabineros, que también informó sobre una decena de lesionados y más de 480 episodios de violencia contando manifestaciones, barricadas, robos, destrucción de mobiliario público o ataques a cuarteles.
Las personas fallecidas perdieron la vida en dos barrios de la periferia de Santiago, una por el disparo de arma de fuego en un intento de saqueo en un local comercial. Sobre la otra no se han entregado detalles.
En la tarde, la concentración más masiva tuvo lugar en la céntrica Plaza Italia de Santiago de Chile, con cerca de 10.000 personas, según las cifras ofrecidas por las autoridades policiales, que en su gran mayoría se manifestó de forma pacífica, con cánticos y música.
Con el paso de las horas, se reportaron la quema de varias paradas de autobuses urbanos y el incendio de la entrada de un parque así como disturbios en varios puntos de la capital, especialmente en la periferia donde se registraron algunos saqueos y la destrucción de una oficina del Registro Civil.
En otras ciudades se celebraron marchas de menor envergadura y se produjeron algunos enfrentamientos como en la costera localidad de Valparaíso o en La Serena y Antofagasta, al norte.
GOBIERNO CULPA A LA IZQUIERDA
Desde el Gobierno culparon directamente a varios líderes políticos de izquierda, incluidos a los candidatos presidenciales Yasna Provosote y Gabriel Boric, de los episodios de violencia y actos vandálicos.
«Más allá de los autores materiales(…), los responsables finales son quienes instalaron en nuestro país una sensación de impunidad», afirmó el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli.
La democratacristiana Provoste fue señalada por haber promovido un proyecto de ley para indultar a los manifestantes que siguen detenidos desde hace meses y el líder estudiantil Boric, uno de los favoritos para las presidenciales, de haberse reunido en la cárcel con una persona imputada por lanzar bombas molotov.
«Este nivel de violencia no es tolerable en una sociedad democrática. Quienes saquean y queman son delincuentes que solo pretenden aprovecharse de esta instancia», agregó Galli.
El «estallido social» comenzó en Chile a finales de 2019 como una queja hacia la subida en el precio del metro, pero con los meses se convirtió en la crisis social más grave desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) con masivas marchas por un modelo económico más justo y más derechos sociales.
Las protestas dejaron una treintena de fallecidos, miles de heridos, episodios de violencia extrema y señalamientos por parte de distintos organismos internacionales contra las fuerzas de seguridad por violaciones a los derechos humanos.
De forma simbólica, este lunes Chile comenzó la redacción del texto de la nueva Constitución, un capítulo que se abrió hace casi dos años para amainar las protestas y que podría terminar en 2022 con una nueva Carta Magna que sustituya a la actual, redactada durante la dictadura de Pinochet.
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