REDACCIÓN INTERNACIONAL.- La defensa del empresario colombiano Álex Saab, presunto testaferro del presidente venezolano, Nicolás Maduro, insistió hoy en que Cabo Verde violó la ley a la hora de extraditarlo y anunció una «solicitud formal» de anulación de las decisiones judiciales locales que allanaron su entrega a Estados Unidos.
«Cabo Verde ha violado de forma constante y persistente el debido proceso», recalcó el equipo de abogados de Saab este miércoles, a través de un comunicado de prensa.
En el mensaje, la defensa comunicó que ayer interpuso una petición formal ante el Tribunal Constitucional caboverdiano para que se anule su decisión del pasado 13 de octubre «alegando la invalidez del certificado de extradición emitido el 13 de septiembre».
La decisión del Constitucional del 13 de octubre desestimaba otra solicitud previa que los abogados habían interpuesto para declarar nulos los dictámenes favorables a la extradición.
La defensa del empresario colombiano -que el lunes compareció por primera vez ante la Justicia estadounidense, en Miami, acusado de lavado de dinero- insistió así en que Cabo Verde actuó de forma «inconstitucional» y en que la extradición se ejecutó sin que la decisión estuviera en «firme» desde el punto de vista judicial.
«El 16 de octubre, agentes de la policía de Cabo Verde irrumpieron en la casa donde el enviado especial Alex Saab estaba detenido desde el 12 de junio de 2020, se lo llevaron por la fuerza y lo entregaron a agentes del Departamento de Justicia de Estados Unidos sin ninguna notificación previa ni a Álex Saab ni al equipo de la defensa», reiteraron los abogados.
«La entrega de Alex Saab a los agentes de Estados Unidos en una fecha anterior a la existencia de una decisión firme de concesión de la extradición y sin que el caso haya sido remitido al órgano competente para dictar las órdenes de entrega a las autoridades estadounidenses es una ilegalidad patente y manifiesta», agregó el equipo de letrados.
Saab fue extraditado a el pasado 16 de octubre a Estados Unidos después de un largo periplo judicial en Cabo Verde que se remontaba al 12 de junio de 2020, cuando fue detenido mientras su avión hacía escala para repostar en el Aeropuerto Internacional Amilcar Cabral de la isla caboverdiana de Sal.
El arresto respondía a una petición de EE. UU. cursada a través de Interpol, pero la defensa alega que esa alerta se emitió después de la detención y que en el momento del arresto Saab gozaba de inmunidad diplomática como enviado del Gobierno venezolano.
Sin embargo, los intentos legales de los letrados de Saab para detener su entrega resultaron fallidos.
Saab, de 49 años y nacido en la ciudad colombiana de Barranquilla pero de origen libanés, está acusado en Estados Unidos de siete cargos de lavado y uno más de conspiración para blanquear desde 2019.
La acusación señala que entre noviembre de 2011 y por lo menos septiembre de 2015, Saab y su socio, Álvaro Pulido, que está prófugo, conspiraron con otros para lavar las ganancias de una red de corrupción sustentada en sobornos dirigidos a obtener contratos para realizar proyectos públicos y fraudes al sistema de control de cambio de divisas.
Como resultado del plan, Saab y Pulido transfirieron desde Venezuela, a través de EE.UU., aproximadamente 350 millones de dólares a cuentas que poseían o controlaban en otros países, de acuerdo con la Fiscalía estadounidense.
Tras la extradición, Maduro anunció la interrupción del diálogo con la oposición venezolana en México.
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