Por Gabriela Andujar
SANTO DOMINGO.-La crisis que vive Haití, agravada por la escasez de combustible y la inseguridad en las carreteras debido a los secuestros y la presencia de grupos armados, no sólo genera incertidumbre entre la comunidad haitiana en el país que cada día les cuesta más trabajo comunicarse con sus familiares, sino que les dificulta enviar mercancías y remesas.
La escasez de combustibles y el control de varias gasolineras por parte de grupos armados impide que la principal compañía telefónica y otras empresas mantengan encendidas sus plantas eléctricas, lo que las obliga a limitar sus servicios.
La crisis también ha obligado a las empresas de transporte a reducir sus servicios, lo que impide a los haitianos que viven en el Gran Santo Domingo enviar productos y remesas a su país, mientras los pequeños comerciantes también han visto afectado el envío de mercancías.
Incluso los grandes comerciantes dominicanos comienzan a sentir el efecto de la crisis en sus exportaciones.
Pese a la inestabilidad, algunos inmigrantes insisten que mientras Puerto Príncipe enfrenta problemas, muchos pueblos en zonas rurales están bajo control.
Algunas gasolineras de Puerto Príncipe recibieron el carburante este domingo, el cual tuvo que ser escoltado por La Policía Nacional, a fin de garantizar su seguridad en el trayecto y su llegada al destino final.
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