MÉXICO.- Entusiasmada por comer tacos y pasear por todos los mercados de su país, Paulina Rubio marca su regreso a la música como el «nuevo amanecer» de una «reina» llena de aprendizajes profesionales y personales como el aprender a reconocerse vulnerable y anuncia un libro en puerta.
«Paulina va a ser la misma de siempre pero sin miedo a hacer cosas que no ha hecho antes y una de esas cosas es mostrarme vulnerable. Eso es una terapia personal y un ejercicio que me ha ayudado mucho», responde la Chica Dorada a Efe desde la Ciudad de México en mesa redonda con medios nacionales.
Una mujer ávida por tener el control, que luchaba por mostrarse fuerte en todo momento y sin ninguna debilidad, es como Rubio recuerda la mayor parte de su vida.
«Me enseñaron que yo entretenía y ayudaba a la gente a olvidarse de sus problemas», dice.
Ahora, tras más de cuatro décadas de carrera, Paulina (Ciudad de México, 1971) regresa a la escena musical en su nueva discográfica Sony Music, con «Yo soy», un sencillo que funciona como un postulado de fuerza femenina en donde también abre un diálogo con más mujeres en un acto de solidaridad.
«Auguro que esta canción se quede por muchos años con nosotros, que sea una canción liberadora, una para cortarte las venas en una noche o que simplemente sea para alzar la voz y sentirnos juntas», dice.
FIN DE LA RIVALIDAD ENTRE MUJERES
A lo largo de su carrera, Rubio ha sido acusada de tener grandes rivalidades con varias divas del pop, entre ellas Thalía, quien fue su compañera en la agrupación infantil Timbiriche, o Alejandra Guzmán, con quien se rumoreó que se enemistó por el amor de un famoso cantante.
Si bien Rubio asegura que el contexto en el que se dieron todas esas situaciones fue lo que la hizo mantener este tipo de dinámicas de competencia, ahora cree que es tiempo de dejarlo atrás.
«Con los años te das cuenta de que las mujeres unidas somos más fuertes que separadas, es cuestión de ir en ese camino. En la música en México las rivalidades han sido históricas, yo creo que hay que ser más inteligentes», explica.
También considera que para poder lograrlo es necesario dejar de lado los egos, ya que no permiten que existan las colaboraciones y el apoyo mutuo, ejemplo que —según relata— los artistas norteamericanos sí han dado.
«Yo ya no tengo ego, a veces en la mañana le digo ‘ego, tranquilo que tu no eres de aquí’. Uno va manejando sus bestias y sus demonios, y ya estamos bien grandotas», asevera.
PAULINA A TRAVÉS DE UN LIBRO Y UNA PELÍCULA
Entre otros temas, Rubio tiene en puerta un libro autobiográfico editado por Harper que está siendo escrito por un periodista venezolano —del que no mencionó su nombre— en el que asegura que mostrará una cara de su persona nunca antes vista.
«Tenemos en manos un gran proyecto, se que con este libro yo me desnudo, pero ha sido súper sano para mí, para mis hijos, y para mis fans que muchas veces me preguntan tanto, pero hay tiempo y momento para todo», dice la cantante de «El último adiós».
No obstante, Rubio asegura que el proceso no ha sido sencillo y que lo podría catalogar como doloroso. «Es como ir con un doctor y decirle ‘me duele acá y acá’ y él va tomando nota y cuando lo lees dices ‘ay dios mío conté todo esto'», recuerda.
A esto se suma su entusiasmo por querer llevar su historia a una película.
«Me gustaría pasar por toda esa transición de música de cómo era México en las décadas de 1980 y 1990, cuando los grandes como Vicente Fernández y Juan Gabriel nos impulsaron», menciona.
Y sobre los planes de hacer una bioserie de Timbiriche, solo espera que los productores que la lleven a cabo respeten la historia verdadera del grupo y de sus integrantes, entre los que se encuentran Sasha Sokol, Benny Ibarra, Diego Schoening y Edith Márquez, entre otros.
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