Bernardo considera que deportar a embarazadas en el peor momento de Haití, empeora la situación de ese país

SANTO DOMINGO.- Tras las nuevas medidas que se han tomado en República Dominicana para regular el flujo migratorio ilegal, el comentarista Bernardo Vega explicó que el deportar haitianos en el peor momento que se encuentra Haití, empeora la situación en ese país.

«Deportar mujeres embarazadas y hablar de que se van a negar visas para estudiantes es tan negativo, primero debilita la imagen internacional en el país que en este momento está buscando aliados para ayudar a Haití, porque si quieren deportar nadamás hay que ir a Verón, a una finca de guineo, a construcciones, ahí uno encuentra», sostuvo Vega en la entrevista central de El Despertador.

El también economista e historiador explicó que esos estudiantes no son una carga para el Estado, debido a que sus padres pagan sus estadías y comidas.

Dijo que sugeriría en ese caso, a que sustituyan esos cónsules que son compañeros del partido del gobierno  por gente del DNI.

«Entonces porqué esos cónsules no dan visas de estudiantes, ah porque son gratis, y la visa de turistas cobran, entonces tienen que venir aqui, entonces tienen que trasladarse a la Cancillería a que le cambien la visa a visa de estudiantes, y después tienen que ir a Migración para que le den un carnet de Migración, entonces todo eso trámite cuestan dinero», resaltó.

Tras la crisis que hay en ese país , Vega sostuvo que mientras en Haití no se den cuenta que tan solo habrá una intervención, «digamos militar temporal por parte de la comunidad internacional, tan solo será realidad eso, cuando Haití haga una solicitud formal donde aparezca firmando no solo el gobierno, sino los principales partidos de oposición incluyendo el de Martelí y la sociedad civil, si esa solicitud llega hacerse posiblemente Canadá y Francia o algún país intervengan».

Dijo que no cree que la comunidad internacional intervengan, debido a que están cansados de que le pidan que intervengan y después lo acusan de violar la soberanía de un país o de marchitar el suelo patrio.