Roma.- Unos 250 residentes de la isla italiana de Vulcano (Sicilia, sur) tendrán que dormir fuera de sus casas desde hoy, cuando ha entrado en vigor también la prohibición de la llegada de turistas durante el próximo mes debido a la alta concentración de CO2 en los gases emanados de las bocas del volcán de la localidad.
Marco Giorgianni, alcalde de las islas Eolias, a las que pertenece Vulcano, aprobó una ordenanza que les prohíbe permanecer en sus casas desde las 23:00 horas locales (22.00 GMT) a las 06:00 (05.00 GMT) para evitar problemas durante la noche, tras registrarse en los últimos días un aumento de la concentración de CO2 debido a la actividad volcánica.
Los gases «generan una gran preocupación porque pueden ser peligrosos para la salud pública, pues es un gas pesado que baja al suelo y reduce la cantidad de oxígeno, lo que crea dificultades respiratorias que pueden tener efectos letales», dijo Giorgianni,
Según los datos proporcionados por los vulcanólogos y científicos, la producción diaria del volcán de CO2 es de 480 toneladas, cuando normalmente es de 80, y la zona considerada más peligrosa es la adyacente al Puerto de Levante y alrededores en un radio de unos seis kilómetros.
Las familias se trasladarán a casas y hoteles de la zona de Piano, Gelso y Vulcanello, que los investigadores y la Protección Civil han considerado «lugares seguros».
Durante el día, sin embargo, la vida normalmente continúa en la zona del puerto y sus alrededores, incluso con tiendas y bares abiertos.
En la isla están presentes 15 voluntarios de la Cruz Roja y otros 4 voluntarios de Protección Civil y se ha fortalecido la presencia de Carabineros para evitar robos durante la ausencia de los residentes.
El alcalde negó las informaciones relativas a una evacuación total de los cerca 450 habitantes de Vulcano, pero anunció que se intensificarán los estudios en el aire y en el suelo, en todas las zonas de la isla a partir del núcleo urbano donde se encuentran la mayoría de los residentes.
El municipio está entregando ayudas a los afectados que van de los 400 euros a los 800 euros mensuales, mientras dure la emergencia.
Francesco Italiano, director del Instituto de Geofísica y Vulcanología (INGV) de Palermo explicó «en este momento el grave problema está representado por la masa de gases que se han incrementado dramáticamente».
«Los análisis relativos a la parte geoquímica de la isla constataron que los valores diarios de 80 toneladas han subido a 480. Por eso es arriesgado vivir en la zona roja donde el olor y el calor son señales a las que no debemos exponernos. Elementos que dejan claro que es mejor no dormir ahí”, dijo.
El INGV ha instalado cuatro estaciones geoquímicas para medir el flujo de CO2 del suelo y la concentración en el aire, que se suman a la red existente, y una estación multigas para la detección de CO2 y SO2 y al mismo tiempo, el observatorio del volcán Etna instaló siete nuevas estaciones sísmicas, de las cuales seis están ubicadas en la isla de Vulcano y una en la isla adyacente de Lipari, para complementar las existentes.
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