Bangkok.- Al menos 5 personas murieron y más de 148.500 fueron desplazadas debido al paso del tifón Rai por la zona central de Filipinas, donde ha dejado graves inundaciones, informó este sábado la agencia de gestión de desastres filipina.
En su último informe, el Consejo Nacional de Gestión y Reducción del Riesgo de Desastres (NDRRMC, sigla en inglés) señaló que de los desplazados solo 1.102 se encuentran en centros de evacuación, mientras que hay 75 localidades sin electricidad.
El tifón, que tocó tierra el jueves con vientos de hasta 240 kilómetros por hora, se ha debilitado algo, con vientos de hasta 185 km/h mientras sale de Filipinas hacia el mar de China Meridional, según la agencia de meteorología PAGASA.
El corte de carreteras y las inundaciones están dificultando las tareas de los equipos de rescate en islas como la de Siargao, que ha quedado prácticamente inundada.
El Gobernador de la isla, Francisco Matugas, dijo ayer que la «toda la isla ha quedado devastada», según un comunicado recogido por los medios locales.
El presidente filipino, Rodrigo Duterte, anunció que visitará durante el fin de semana las zonas afectadas.
El embate del tifón, conocido como Odette en el país y el decimoquinto en llegar a Filipinas este año, ha pasado por un total de nueve islas donde ha destruido las comunicaciones en algunas áreas y arrancando los techos y provocado daños en numerosos edificios.
Un promedio de 20 tifones azotan Filipinas cada año y el más destructivo fue el supertifón Haiyan -el mayor que ha tocado tierra-, que en noviembre de 2013 golpeó las islas de Samar y Leyte, matando a unas 7.000 personas y dejando a 200.000 familias sin hogar.
Filipinas es uno de los países más vulnerables a la crisis climática debido a los desastres naturales y, además, se asienta sobre el llamado «Anillo de Fuego del Pacífico», una zona que acumula alrededor del 90 % de la actividad sísmica y volcánica del planeta.
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