REDACCIÓN INTERNACIONAL.- La Alcaldía de Sao Paulo, la ciudad más poblada de Brasil, canceló este jueves el carnaval callejero de 2022 ante el repunte de casos de covid-19 provocados por la variante ómicron, en línea con Río de Janeiro y otras capitales regionales, que también suspendieron los desfiles de comparsas en las calles.
«Debido a la situación epidemiológica está cancelado el carnaval callejero de Sao Paulo», anunció el alcalde de la capital paulista, Ricardo Nunes, tras una reunión con las autoridades sanitarias locales.
Con esa decisión, los 12 millones de habitantes de Sao Paulo no podrán disfrutar de las multitudinarias y ruidosas comparsas que desfilan por las calles de la megalópolis durante el periodo carnavalesco por segundo año consecutivo.
No obstante, la Alcaldía copió la misma estrategia que Río de Janeiro y mantuvo los desfiles de las escuelas de samba en el sambódromo de Anhembi, programados para la última semana de febrero, si el gremio acepta someterse a unos protocolos sanitarios más rígidos.
«Nos vamos a sentar con la Liga de las Escuelas de Samba para acordar un protocolo de cara a los desfiles en el sambódromo. Si lo aceptan, los desfiles se mantendrán», advirtió Nunes.
Además de Sao Paulo y Río de Janeiro, meca del carnaval brasileño, una decena de capitales regionales del país, entre ellas Salvador, han cancelado los llamados ‘blocos de rúa’ (comparsas callejeras), que suelen congregar a millones de personas, para el carnaval de 2022.
Como pasó con las fiestas de fin de año, las grandes ciudades brasileñas han dado marcha atrás en su idea de celebrar por todo lo alto el carnaval ante la rápida diseminación de la variante ómicron de la covid-19, ya dominante en el país de acuerdo con la plataforma «Our World in Data», y diversos brotes de influenza.
Brasil es, junto con Estados Unidos y la India, uno de los países más castigados por la pandemia de coronavirus, con 22,3 millones de infectados y cerca 620.000 fallecidos.
En el último mes ha habido además un «apagón» de datos provocado, al parecer, por un ataque informático a los sistemas del Ministerio de Salud que está dificultando conocer con exactitud la evolución de la pandemia en el país, en un momento en el que la ómicron se expande de forma descontrolada.
En este contexto, Brasil registró un incremento del 45 % de los casos de covid-19 del martes al miércoles, hasta los cerca de 30.000 contagios diarios, si bien las muertes siguen estables, con una media diaria de unas 100 en los últimos siete días.
Ese descenso en el número de decesos —en abril de 2021 llegó a notificar más de 4.000 muertes diarias— se debe a la buena acogida de la campaña de vacunación, que ha permitido que un 67 % de los 213 millones de brasileños tenga hoy la pauta completa.
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