SANTO DOMINGO.- Higüey, La Romana, Puerto Plata y Boca Chica son los polos turísticos con la modalidad de explotación sexual comercial más aguda, arroja un estudio presentado por el movimiento cívico Participación Ciudadana.
El estudio especifica que tanto en municipios ubicados en zonas turísticas como en aquellos no ubicados en estas zonas se encuentra una población migrante haitiana, venezolana, colombiana y en menor grado ecuatoriana que han sido y son víctimas de trata en explotación sexual, trabajo forzoso, explotación sexual comercial de niñez y adolescencia, mendicidad forzada, matrimonio servil y servidumbre doméstica.
La investigación que se presentó es el resultado del estudio cualitativo realizado en los municipios de Sosúa, San Felipe de Puerto Plata, Santiago, San Francisco de Macorís, Santo Domingo Oeste, Santo Domingo Este, Boca Chica, Distrito Nacional, Higüey, La Romana y San Pedro de Macorís desde entrevistas y grupos focales virtuales y presenciales con actores gubernamentales y no gubernamentales.
Bajo el nombre Trata de personas en la República Dominicana”, el informe revela que aunque el delicto ha estado presente antes del COVID-19, la crisis ha aumentado la vulnerabilidad de algunas personas, principalmente de las mujeres y niñas, debido a las limitantes para el acceso a servicios públicos, la pérdida de trabajo y/o reducción de horas laborables, que de una manera u otra afectó los ingresos económicos de las familias dominicanas.
La coordinadora general de Participación Ciudadan, Leidy Blanco García, dijo: “La trata de personas es un tema que desnuda una dura realidad, de una problemática que está íntimamente ligada a la pobreza, a la mercantilización del ser humano, a la discriminación, desigualdad, marginación, la violencia y corrupción”, puntualizó Leidy Blanco.
Tahira Vargas, integrante del equipo de investigación de este estudio, señaló que la modalidad más aguda es la trata con fines de explotación sexual comercial que se da en los municipios de las zonas turísticas como Higüey, La Romana, Puerto Plata y Boca Chica.
“En Boca Chica, se observa una fuerte concentración en la captación de población infantil y adolescente como víctimas de explotación sexual comercial”, precisó.
La investigación plantea que, “algunas familias en condiciones de pobreza y pobreza extrema ofertan a sus hijos e hijas en el comercio sexual convirtiéndolos en víctimas de trata de personas e introduciéndose sus padres/madres en los canales de captación de la trata”.
La débil judicialización de los casos de trata de personas en los municipios afecta notablemente la prevención y la detección porque acrecienta el miedo a la denuncia y la desconfianza en la persecución del delito, precisa el estudio.
Por ello, la trata de personas se convierte en un delito con una alta impunidad y además permeada por la corrupción y la complicidad con los tratantes de autoridades responsables de su persecución.
En el lanzamiento del estudio se contó con la asistencia de autoridades municipales, funcionarios públicos, y miembros integrantes de la sociedad civil.
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