I.- Males sociales originados en el presente modelo económico
1.- Sin darnos cuenta, hemos pasado mucho tiempo de nuestra existencia haciéndonos la pregunta de como consecuencia de qué, en vista de qué y por causa de qué. A veces, el indagar lo dejamos sin respuesta, aunque la cuestión necesariamente tiene contestación.
2.- La práctica de la vida nos enseña que cada fenómeno social responde a una causa que lo origina, por lo que siempre debemos averiguar el motivo que mueve al ser humano a obrar de una forma determinada.
3.- Desde hace muchos años la generalidad de las dominicanas y los dominicanos estamos dando vueltas alrededor de los mismos temas en el orden político y social.
4.- La minoría que históricamente ha gobernado para su exclusivo beneficio, nunca explica, ni les dirá a los marginados de la sociedad dominicana, las causas por las cuales cada vez es más alto el número de lacras aquí presentes.
5.- La gran cantidad de gente pobre aumenta y se multiplica de manera progresiva, de manera sucesiva y sin cesar, pero se maneja como una verdad que no puede, supuestamente, comprenderse.
6.- Como algo común se señorean aquí prostitución y pedigüeños; uso y tráfico de estupefacientes; negocios ilícitos de personas físicas, armas, monedas y sicariato, en fin, la delincuencia de cuello blanco y sucio, desde la corrupción pública y privada hasta el negocio de la politiquería.
7.- El ambiente nacional dominicano viene a ser para la escoria social de todo tipo, un sitio ideal, el oasis, un espacio donde puede accionar sin contratiempos. Una cueva, el lugar oculto, retirado y adecuado para los antisociales de cualquier país tenerlo como una madriguera.
8.- Desarrollo, prosperidad, y mejoría de vida son conceptos que han estado ausentes a la vista de los que en nuestro país se identifican como las grandes mayorías nacionales.
9.- La gran mayoría de la gente del pueblo se preocupa por asuntos que les afectan en el orden material y espiritual y en vez de solución, se han agravado.
10.- En lugar de avance, los hombres y las mujeres del pueblo humilde lo que han sentido en cuerpo y alma es empeoramiento, el agravamiento, la degradación de sus condiciones de vida. Con el paso de los días su situación se les pone peor que antes.
11.- El estado anímico de los sectores más sensibles del país permanece alicaído por el abandono que exhiben niños y ancianos, desprovistos de toda clase de garantías para subsistir dignamente.
II.- Aquellos que procuran engatusar al pueblo
12.- Aquellos que se aprovechan del modelo económico vigente, no tienen ningún compromiso de lealtad con los oprimidos del país y, por tanto, pueden hablar y escribir en procura de que el orden actual permanezca engendrando vicios e injusticias.
13.- A diferencia de los comprometidos con el sistema que nos avergüenza como país civilizado, aquellos que se sienten libres para pensar y actuar, por dignidad y decoro deben hacerle honor a su pensamiento exponiendo sin disfrazar la verdad.
14.- No es de gente honesta estar apañando con palabras rebuscadas y lenguaje adornado y retorcido, lo que se le debe decir al pueblo pobre en forma sencilla.
15.- Es querer engatusar a nuestro pueblo, mantenerlo con la trampa de que sus males son a perpetuidad, y que no tienen su origen en el orden económico y social que los hace nacer, de donde provienen.
16.- En ninguna cabeza con sano juicio cabe la idea de que todo aquello que nos produce asco, que lo nauseabundo está aquí por una maldición que nos fue lanzada para que eternamente viviéramos con un tormento.
17.- Cada una de las taras que nos empañan como sociedad humana, llámese pobreza, corrupción, mendicidad, violencia, delincuencia, inseguridad y ladronismo, son fenómenos inherentes, propios del modelo económico bajo el cual estamos viviendo.
Ideas finales
18.- Es un hipócrita en potencia, aquel que dice escribir o hablar para orientar al pueblo, pero se aplasta al momento de desenmascarar el statu quo, probando así postrarse, entregarse en cuerpo y alma ante el sistema que amamanta los mismos vicios sociales que dice censurar.
19.- Resulta algo penoso observar el comportamiento de intelectuales de nuestro país, que podan su pensamiento al momento de hablar o escribir para no decir el origen, la causa que motiva que la mayoría de nuestro pueblo permanezca bajo estado de pobreza, angustia y pesares de toda clase.
20.- Como pensantes eunucos pueden ser identificados aquellos que se mantienen señalándole al pueblo humilde los males sociales que les dañan, pero de manera sinvergüenza y cómplice nada dicen de dónde se originan.
21.- Las taras sociales que indignan y mantienen al pueblo dominicano viviendo como en una selva y compartiendo con bestias, están llamadas a desaparecer en la medida que la lucha política y social se dirija contra lo que le sirve de fuente desde donde nacen.
22.- No basta con hablar de pobres, hambre, corrupción, violencia y otros fenómenos sociales, y de manera intencional omitir el ordenamiento económico que hace posible la presencia de los mismos en nuestro país.
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