Redacción Internacional.- El Gobierno ruso reconoció hoy oficialmente que ha enviado a algunos reclutas a la llamada «operación militar especial», como denomina a la invasión de Ucrania, y dijo que está tomando medidas para que todos ellos regresen a Rusia.
“Lamentablemente, se han revelado algunos casos en los que había reclutas en las unidades de las Fuerzas Armadas rusas que participan en la operación militar especial en Ucrania. Casi todos esos miembros del servicio han sido traídos a Rusia”, dijo el portavoz del Ministerio de Defensa, Ígor Konashenkov, según informan las agencias rusas.
Konashenko afirmó que una de esas unidades, «que tenía asignadas tareas de apoyo al servicio de combate, fue atacada por un grupo de sabotaje de un batallón” ucraniano y que «algunos militares, incluidos reclutas, fueron capturados».
El portavoz aseguró que «se están tomando medidas exhaustivas para que los reclutas no puedan ser enviados a las áreas de combate y para que los militares capturados sean puestos en libertad”.
Hasta ahora, los responsables militares rusos, y el propio presidente Vladímir Putin, habían negado insistentemente que se hubiera enviado a reclutas a la ofensiva contra Ucrania.
En la misma rueda de prensa, el portavoz militar dijo que las fuerzas rusas han destruido casi la totalidad de la defensa antiaérea de Ucrania, desde la invasión el pasado de 24 de febrero con el pretexto de proteger a las regiones separatistas prorrusas de Donetsk y Lugansk.
«En el curso de la operación han sido destruidos en total 2.786 instalaciones de la infraestructura militar de Ucrania. (…) Para el día de hoy han sido inutilizados el 90 % de los aeródromos militares en los que se basaba el grueso de la aviación militar», señaló.
Además, las tropas rusas han inutilizado más del 90 % de los sistemas de defensa antiaérea de largo y mediano alcance, así como 81 puestos de radiolocalización de la fuerza aérea enemiga, por lo que Ucrania «ha perdido prácticamente el mando militar de la aviación militar y de la defensa antiaérea».
Precisó que antes de la «operación militar especial», como califica Rusia su ofensiva en Ucrania, ese país disponía de «hasta 250 aviones y helicópteros de guerra», pero que el ejército ruso ha destruido ya 89 aviones y 57 helicópteros, teniendo en cuenta que aún antes de la invasión parte del parque aéreo militar ucraniano se refugió en Rumanía y no participa en los combates.
Agregó que en el ejército ucraniano «prácticamente, no han quedado pilotos de primera y segunda clase» y que actualmente se registran «contados» intentos de vuelo de la aviación de guerra de ese país.
Según Konashenkov, a falta de datos propios, el ejército de Ucrania intenta obtener información sobre la situación aérea del centro de mando de aviones E-A3 del sistema AWACS-OTAN instalado en la ciudad ucraniana de Vínnitsa, que patrullan las 24 horas del días los cielos de la vecina Polonia.
También dio cuenta de que en el curso de la operación bélica contra el país vecino el ejército ruso destruyó asimismo 953 tanques y carros blindados ucranianos, 101 sistemas de lanzamiento de misiles múltiples a reacción, 351 cañones y morteros, 93 drones y 718 camiones y otros vehículos militares.
Recibe las últimas noticias en tu casilla de email