Ciudad del Vaticano.- El papa Francisco pronunció hoy al final de la audiencia general una oración para pedir la paz por la guerra en Ucrania, tras la invasión rusa, que comenzó con: «Perdonanos la guerra, Señor» y la que concluyó con la enérgica frase «¡Detén la mano de Caín!», en una alusión a los responsables de este conflicto armado, que ha dejado cientos de muertos, miles de heridos y millones de desplazados.
Ante los miles de fieles reunidos en el aula Pablo VI para la audiencia general, el pontífice hoy no lanzó un llamamiento sobre Ucrania, pero sí pronunció una emocionante oración escrita por el arzobispo de Nápoles, Mimmo Battaglia.
«¡Señor Jesús, nacido bajo las bombas de Kiev, ten piedad de nosotros! ¡Señor Jesús, que murió en los brazos de su madre en un búnker en Kharkiv, ten piedad de nosotros! ¡Señor Jesús, enviado veinte años al frente, ten piedad de nosotros! ¡Señor Jesús, que aún ves manos armadas a la sombra de tu cruz, ten piedad de nosotros!», rezó Francisco ante el silencio sepulcral del auditorio.
Y la oración continuó: «Perdónanos Señor, si no nos conformamos con los clavos con que atravesamos tu mano, seguimos bebiendo la sangre de los muertos desgarrados por las armas. Perdónanos, si estas manos que creaste para proteger se han convertido en instrumentos de muerte».
«Perdónanos, Señor, si seguimos matando a nuestro hermano, si seguimos como Caín quitando las piedras de nuestro campo para matar a Abel. Perdónanos, si seguimos justificando la crueldad con nuestro cansancio, si con nuestro dolor legitimamos la brutalidad de nuestras acciones», rezó el papa, antes de concluir: «¡Señor Jesucristo, Hijo de Dios, te suplicamos! ¡Detén la mano de Caín!».
Antes de celebrar la audiencia, el papa también recordó a los niños que huyen de las bombas en Ucrania y «que están sufriendo» y dijo que son «víctimas de la soberbia de los adultos», al encontrarse con un grupo de estudiantes italianos antes de la audiencia general.
«Y ahora os pido que penséis, que hagáis una reflexión: pensemos en tantos niños, chicos, chicas, que están en guerra, que están sufriendo hoy en Ucrania. Son como tú, como vosotros, de seis, siete, diez, catorce años…», indicó en su saludo en la basílica de San Pedro a los alumnos de la Escuela «La Zolla» de Milán.
«Tenéis un futuro por delante, una seguridad de crecer en una sociedad de paz, en cambio estos pequeños y pequeñas, tienen que huir de las bombas, están sufriendo…con ese frío que hace», añadió.
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