SANTO DOMINGO.– A propósito del Día Mundial del Trastorno Bipolar el próximo 30 de marzo, el psicólogo Luis Vergés dejó claro que cambiar de humor, no necesariamente significa padecer un trastorno y definió correctamente este padecimiento que afecta a millones de personas en el mundo, durante su participación en El Anillo Familiar.
El Trastorno Bipolar es una condición que provoca serias discapacidades en el estado de ánimo de las personas que la padecen, cuyo diagnóstico se vuelve complejo, porque las personas tienen síntomas de depresión, explicó Vergés.
Al hablar de síntomas de depresión se mencionan padecimientos como la anhedonia o incapacidad para sentir placer, falta de energía, insomnio o trastorno del sueño, dificultades para relacionarse con la vida de manera productiva, es decir, una triada cognitiva que refleja conflictos con ellos, con la vida y con las demás personas y provoca limitaciones serias para el aspecto laboral del individuo, agregó el especialista.
Por otra parte, la persona puede sufrir un giro totalmente contrario o la fase denominada maníaca, que se caracteriza porque la persona tiene mucha energia, fuerza, poder, voluntad para hacer cualquier cosa, se vuelven muy locuaces, tiene muchas ideas sin ninguna conexión entre ellas y, muchas veces, ameritan internamiento porque se tornan peligrosos.
Vergés explicó que todas las personas experimentan un cambio de ánimo pero la diferencia entre esto y un trastorno, es la frecuencia y la duración del episodio, para el segundo tienen que pasar al menos por una semana consecutiva y provocan una discapacidad importante del individuo.
Por otro lado, están las personas que son inestables emocionalmente sin llegar a tener un trastorno.
Vergés indicó que hay casos que remiten completamete, pero en la mayoría hay que mantener un programa de tratamiento, que incluye farmacoterapia y psicoteraopia
Asimismo, el psicólogo resaltó que el trastorno bipolar tiene factores genéticos, lo que significa que las personas con familiares que padecen la condición, tienen 10 veces más posibilidades de desarrollar la condición que los que no.