A 57 años de la victoria popular iniciada el 24 de abril de 1965 y concretada tres días después, seguida de la brutal invasión militar estadounidense contra la soberanía nacional y la democracia plasmadas en la Constitución de 1963 y los Gobiernos de Bosch y de Caamaño, retomar con nuevas energías las luchas por la nueva independencia dominicana y por una Constituyente Popular y Soberana se ha tornado en una imperiosa necesidad política para salvar de la muerte la Nación dominicana y liberar del martirio a nuestro pueblo.
Si nos preguntan si el levantamiento popular por la democracia valió la pena, respondemos diciendo que el 24 de abril 1965 no fue una pena, sino una gloria.
Que la pena fue la invasión gringa el 28 de abril, la cual ha anulado por décadas grandes conquistas.
Ciertamente el producto de esa invasión y de las bases constitucionales que ella impuso -primero a través de la Constitución balaguerista de 1966 y luego de la leonelista de 2010- ha sido fatal, y su impacto degradante todavía perdura.
Basta rememorar el pasado reciente expresado en los gobiernos de Balaguer, Guzmán, Jorge Blanco, Leonel, Hipólito y Danilo, y evaluar de paso el presente régimen de Abinader-PRM; basta examinar en que han devenido el sistema de partidos, el Congreso y todas la instituciones del Estado dominicano, para declarar sus resultados como PELIGRO PUBLICO a beneficio exclusivo de las elites capitalistas criollas y extranjeras, y de la partidocracia rastrera que han dominado por más de medio siglo nuestro país.
Urge, en consecuencia, abandonar y clausular esa ruta colonialista, partidista y oligárquica-capitalista, impregnada de neoliberalismo y conservadurismo extremo.
Y por eso, consciente de esa necesidad, en este nuevo aniversario de la gesta de abril y de heroica resistencia antiimperialista -en medio del anuncio HUELGA REGIONAL DEL CIBAO programada para el próximo lunes 25- nuestro Movimiento Caamañista-MC se compromete a priorizar en lo adelante dos grandes propósitos: el combate persistente por RESCATE DE LA SOBERANÍA conculcada y la lucha por una CONSTITUYENTE POPULAR y SOBERANA, que siente nuevas bases constitucionales y posibilite ponerle fin a este círculo viciado y cambiarlo todo.
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