REDACCIÓN INTERNACIONAL.- La Habana despidió este domingo al diplomático y político Ricardo Alarcón de Quesada a sus 84 años, quien fue una figura destacada de la revolución cubana, los medios oficiales reportaron el deceso sin mencionar la causa.
«Será recordado como un revolucionario cabal por su antimperialismo y su fidelidad revolucionaria», resalta en su portada la versión digital del periódico oficial Granma.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, recordó a Alarcón en su cuenta de Twitter como un «gran patriota y brillante diplomático de la Revolución Cubana, cuya obra defendió con pasión y sólidos argumentos, enorgulleciendo a nuestro pueblo. Toda Cuba siente su partida».
Por su lado, el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, escribió en un mensaje de la misma red social: «Todo nuestro homenaje al querido Ricardo Alarcón en la lealtad a la revolución, al partido, a la política exterior y a la gloriosa tradición del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba».
Alarcón, graduado de Filosofía y Letras en la Universidad de La Habana, fue miembro del ala urbana de las guerrillas de Fidel Castro, que derrocaron a Fulgencio Batista en 1959.
Desde que la revolución alcanzó el poder llegó a ocupar importantes responsabilidades en el Gobierno, ademas de ser miembro del buró político del partido Comunista de Cuba (PCC, único legal).
Se desempeñó como embajador ante la ONU, estuvo brevemente al frente de la cartera de Relaciones Exteriores y luego pasó a presidir durante 20 años la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento, unicameral), la máxima entidad legislativa de Cuba, convirtiéndose en una de las figuras más influyentes del país.
En 1994 encabezó un equipo de otros cinco altos funcionarios, que, en representación del Gobierno cubano, negoció con autoridades el gobierno del entonces presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, un nuevo acuerdo migratorio que puso fin a la llamada «crisis de los balseros».
El 24 de febrero de 2013 fue sucedido en la presidencia de la Asamblea Nacional por Esteban Lazo y seis meses después fue «liberado» de sus funciones como miembro del buró político del PCC, del cual era miembro desde 1980.
A partir de entonces estuvo dedicado a impulsar una campaña a favor de la liberación de cinco cubanos que estuvieron presos en Estados Unidos por espionaje tras ser descubiertos infiltrados en organizaciones anticastristas residentes en Florida.
La salida de Alarcón fue relacionada con el caso de su secretario personal y asesor, Miguel Álvarez, que durante casi dos décadas estuvo a su lado, y quien fue acusado de espionaje para la CIA en 2013 y condenado a 30 años de cárcel.
En los últimos años, las apariciones públicas de Alarcón fueron muy escasas, aunque de vez en cuando artículos suyos -principalmente sobre las relaciones Cuba-EEUU- eran publicados en la web oficialista Cubadebate.
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