SANTO DOMINGO.- Una persona con inclinaciones a quitarle la vida a alguien va dando «pinceladas» a lo largo de su vida antes de ejecutar el crimen, aseguró la doctora Ana Peguero, miembro de la Sociedad Dominicana de Psiquiatría.
Al ser cuestionada sobre el perfil de un asesino durante la entrevista central de El Despertador, Peguero señaló que se debe priorizar la salud mental y no estigmatizar las consultas, porque los parámetros que dan lugar a estos actos de violencia, se presentan «de manera sutil desde la infancia».
Explicó que «la violencia es poder y control» y es utilizada como una salida por aquellas personas acostumbradas a «lograr las cosas que quiere de manera absoluta, sea como sea» y que estallan cuando se sienten frustradas ante un «no».
Asimismo, dijo que dentro de las «pinceladas» que van mostrando este tipo de personas está el uso y abuso de sustancias, no toleran las frustraciones, se tornan agresivos por cualquier situación, no dialogan, no equilibran las emociones y no logran identificar las situaciones estresantes por las que se tornan violentas.
Recomendó identificar con «ojo visor» entre los que le rodean y no minimizar ni tratar con ambigüedades estos arranques de violencia.
Dijo que en las acciones de Miguel Cruz al momento de ingresar a la sede de Medio Ambiente y quitarle la vida a su titular, Orlando Jorge Mera, hubo «premeditación, tranquilidad en sus ejecuciones», esto último se puede entender como una forma de retomar el control por parte del agresor.
La psiquiatra, además, observó apatía, que no hubo manifestación de dolor, le gusta llamar la atención, violación a las leyes, a las normas, frialdad y manipulación.
Al ser cuestionada sobre la razón por la que el agresor no incurrió en suicidio, la doctora explicó que este tipo de personas son muy inteligentes y a pesar de que ponen en riesgo la vida de otras personas, nunca la de ellos, «mantienen su vida por encima de todo», lo que demuestra un trastorno de la personalidad.
Al hablar de la forma en la que escapó de la escena del crimen, dijo que la misma «no manifiesta sentimiento de culpa», sale rápido pero no corriendo, señaló.
Mientras que en la primera hay oportunidad de evaluar la situación, en la segunda «el agresor arremete de una forma continua y no puede parar», detrás de la acción hay pensamientos estructurados y se hacen realidad en la ejecución, explicó Peguero.
«Vienen dando pinceladas en discurso, conductas, acciones. Pueden expresarlo de manera sutil y entonces van a la ejecución», agregó la especialista en salud mental.
Incluso hay una planificación y más si hay trastornos de la personalidad.
En cuanto a la acción de Jorge Mera, la doctora Ana Peguero dijo hay «valores fuertes en las crianzas, independientemente de las conductas», por lo que toleraba, minizaba la conducta del amigo y compañero, por lo que enfatizó en la necesidad de indentificar estas acciones y saber marcar la distancia y poner límites y saber de que se puede estar en peligro.
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