SANTO DOMINGO.- Los efectos y secuelas que ha dejado la pandemia del COVID-19 sobre la salud mental y el bienestar de la población podrían prolongarse durante muchos años, sobre todo en los más jóvenes, cuyo incremento en la demanda de atención médica se estima entre un 30 y un 40%.
¿Cuáles trastornos han aumentado? Y ¿Qué medidas deben aplicarse en el país para lograr preservar la salud mental?
La depresión y la ansiedad aumentaron más de un 25 por ciento en el primer año de la pandemia del COVID-19.
De acuerdo con la OMS los trastornos mentales son una de las principales causas de discapacidad, siendo afecciones que impactan su pensamiento, sentimientos, estado de ánimo y comportamiento.
Pueden ser ocasionales o duraderas y pueden afectar su capacidad de relacionarse con los demás y funcionar cada día.
Entre algunas señales de advertencia que indican que su salud mental podría verse afectada incluyen:
No hay una sola causa de la enfermedad mental. Varios factores pueden contribuir al riesgo de sufrirla, por ejemplo:
Las personas con trastornos mentales graves mueren de media de 10 a 20 años antes que la población general, la mayoría de las veces por enfermedades físicas prevenibles, como lo son la aparición de cáncer o enfermedades cardiovasculares.
La labor de los psicólogos es de alta importancia en estos momentos. Sin embargo, especialistas en el área expresan que este sector se ha quedado en el olvido y manifiestan la necesidad de contar con una ley que regule esta problemática.
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