Me parece importante, por los parecidos que observo en las recetas de las potencias y élites capitalistas de la OTAN, y en particular de EEUU, revisar su impacto en relación con el curso del proceso dominicano.
La crisis de decadencia de la civilización burguesa occidental, la evolución para peor del capitalismo mundial y el endurecimiento del neoliberalismo en el marco de la Covi 19 y de la guerra de la OTAN contra Rusia han impactado negativamente su periferia dependiente de la que nuestra República Dominicana forma parte.
Como país y como pueblo estamos frente un proceso de recolonización del Estado, la economía, el territorio dominicano y la gestión del gobierno; junto a una drástica e intensa ejecución de la estrategia neoliberal imperialista, que incluye el despliegue de diversas modalidades de privatización bajo el mando político directo de grandes empresarios capitalistas de aquí y del exterior, con un fuerte protagonismo de la Embajada de EEUU y su USAID.
Cuando escucho y leo lo que pasa en Panamá y sus causas, es claro que se trata de un patrón impuesto a las circunstancias de muchos países de nuestra América y el mundo, con parecidas consecuencias, Ecuador entre ellos y con expresiones tan agudas como en Panamá.
En ese espejo deben verse otros gobernantes de modelos neoliberales, como Luis Abinader.
La recolonización y privatización de lo público y social, ahora con fuerte acento en el patrimonio natural, opera de manera integral y en forma sistemática en todas las vertientes del ejercicio estatal-gubernamental: política, económica, salud, educación policial-militar, electoral, ideológica-cultural, política exterior, gestión administrativa, infraestructuras (autovías, puertos, aeropuertos, energía, minas, agua, costas, ríos, bosques…).
En el caso dominicano ella se ha consolidado y sustentado en la Constitución del 2010 que sirve de base jurídico-político e institucional a la expresión local del capitalismo genocida de la era neoliberal, cada vez más parecido a un asalto de las elites del capital privado al patrimonio social de las naciones y de la humanidad.
Esa estrategia imperial, a la que se subordinan partidocracia y plutocracia nativas, se instrumenta mediante paquetes de decisiones que combinan Alianzas Público-Privadas (APP), Fideicomisos, ventas de activos estatales, endeudamiento externo exagerado, intervenciones de BM y FMI, pactos con el Comando Sur del Pentágono, programas de USAID, control sobre todos los “poderes” del Estado…
La consumación de la ocupación militar y la privatización del Puerto de Manzanillo en el Nordeste del país -a cargo de Comando Sur, USAID y oligarquía capitalista- es un caso señero y ominoso de esa determinación del bloque dominante. Una especie de base cívico-militar bajo control de la USAID y del Pentágono Esto apunta contra Cuba, Venezuela y Nicaragua, además de su cercanía con concesiones de exploración de titania en las proximidades de las fronteras con Haití.
En los países centrales, con repercusiones parecidas y formas propiar, brota y se expande el conservadurismo con fuerte tono fascista
Aquí el RACISMO ANTI-HAITIANISMO arropa a todas las derechas políticas y sociales, y la gestión de Gobierno y Estado a nivel de las instituciones civiles, militares y policiales… como expresión de racismo, machismo discriminación y represión; fenómeno, por demás, de carácter mundial, en cada caso con sus particularidades y sus dimensiones específicas.
Los partidos del sistema compiten a quien es más racista y xenófobo, extendiendo el acoso estatal y el sistema de abusos represivos a los/as descendientes de inmigrantes haitianos/as nacidos/as después de 1928, por sentencia del Tribunal Constitucional.
El GRAN EMPRESARIADO, y las autoridades trafican y sobre-explotan la mano de obra haitiana y a la vez estigmatizan la migración haitiana como “invasión” y “carga” para el país.
Todos/as se esfuerzan en presentar a Haití como el enemigo jurado de una soberanía inexistente y a EEUU, y las potencias imperialistas europeas que la aplastan, como fuerzas aliadas; ocultando su condición de opresores y factores determinantes del nuevo coloniaje. Con esos recursos ideológicos y otros medios, potenciados desde su dictadura mediática, han logrado debilitar la lucha por el rescate de la soberanía.
Esto, junto a la ideología patriarcal, la xenofobia, la homofobia y a los fundamentalismos religiosos, nutre el desarrollo de una peligrosa corriente neofascista y expande el conservadurismo en el mercado electoral. El nuevo código penal refuerza esa tendencia y nos obliga a impugnarlo.
· REELECCIÓN CONSERVADORA Y OPOSICIÓN CONSERVADORA
Está en marcha la REELECCIÓN PRESIDENCIAL con todas sus lacras históricas (reforzadas con por un presidente empresario y al servicio de la oligarquía capitalista), en el contexto de un esquema de polarización relativa con el Partido Fuerza del Pueblo que lidera el ex presidente Leonel Fernández (leonelismo), todavía impune de sus fechorías gubernamentales.
Se trata de una competencia orquestada que eventualmente pueda favorecer al oficialismo o, en su defecto, al propio leonelismo; opción conservadora también favorable al CONEP, a las corporaciones transnacionales y los intereses de la Casa Blanca.
El Gobierno acompaña esas tendencias con una persistente MANIPULACIÓN política del tema corrupción-impunidad a favor de Abinader, estimulando ciertas iniciativas parciales contra algunas vertientes de la híper-corrupción del partido que preside el desacreditado ex mandatario Danilo Medina.
En el campo de la salud y la seguridad social -cuestión de vida, muerte y enfermedades- se ha producido un verdadero asalto del capital financiero a través dirigido a aplastar derechos vitales y entronizar el negocio capitalista co0n altísimo niveles especulación inescrupulosa.
El gran imponderable y factor desfavorable a la reelección, pero también a la estabilidad del sistema dominante en su conjunto, es el curso actual de la crisis mundial y nacional, cada vez más agudo, destructivo y estremecedor.
La COVID 19, primero, y ahora el capítulo de la guerra global de la OTAN contra Rusia –ambos fenómenos manejados a favor de las elites capitalista mundiales y locales, y en contra de los pueblos empobrecidos- han agravado la MULTICRISIS DE DECADENCIA DEL SISTEMA CAPITALISTA OCCIDENTAL.
En no pocos países y regiones del planeta estos fenómenos han generado fuertes tendencias a rebeliones populares y estallidos sociales y movilizaciones multitudinarias, así como a recurrentes crisis de gobernabilidad, que aquí es totalmente válido y necesario impulsar, acompañando esa actitud de una propuesta alternativa transformadora. Casos recientes son los ya referidos: Panamá y Ecuador.
· VÍA INDEPENDIENTE Y PROPUESTA TRANSFORMADORA.
En un contexto así, una línea unilateralmente electoralista, como la que arropa a una buena parte del denominado progresismo dominicano y las izquierdas reformistas, se queda corta.
Este sistema, en lugar de admitir reformas, impone cada vez más contrarreformas. Solo hay que ver lo que actualmente acontece en el Poder Legislativo y su relación con el Gobierno y el sistema de partidos.
Es necesario elevar a altos niveles el accionar extra-institucional, el ejercicio masivo de la democracia de calle, con una propuesta política transformadora que contribuya a la ruptura y superación del actual ordenamiento constitucional, al cambio de la correlación de fuerzas, a la desestabilización del sistema de partidos dominante; privilegiando el proceso constituyente, el reemplazo de la Constitución del 2010 y la democratización de las actuales reglas de juego electorales.
En estas circunstancias una de las prioridades de las izquierdas transformadoras es crecer en ambas direcciones, impulsando a la vez el ascendente descontento popular y la justa indignación del pueblo contra la negación de derechos y las penurias que le imponen.
En lugar de asumir prácticas que ayuden a la gobernabilidad del sistema en crisis, es necesario actuar en dirección de la profundización de su crisis de decadencia para una oportunidad para cambiarlo todo.
Porque de esta institucionalidad pervertida no puede surgir una nueva institucionalidad destinada a superar los males acumulados. Ella habrá de surgir desde la capacidad creativa del pueblo movilizado y sus fuerzas de vanguardia.
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