Este reportaje publicado por Plaza Pública relata que las fronteras de Guatemala no fueron un límite para el excandidato presidencial Manuel Baldizón. Sus negocios se extendieron a República Dominicana y su nombre figura, aunque por ahora sin acusación formal, en un caso de corrupción presentado por la fiscalía de República Dominicana. El exdiputado utilizó su experiencia para instalar un parque de diversiones junto a Alexis Medina, hermano del expresidente dominicano. Para ello, ambos usaron testaferros y empresas fantasma con el fin de esconder el origen ilícito de los fondos.
[Esta es la segunda parte de una trama de negocios en República Dominicana que además vincula al presidente, Alejandro Giammattei, y a sus más cercanos colaboradores].
La reciente liberación de Manuel Baldizón de una prisión de Georgia, Estados Unidos, tambaleó la política nacional: a un año de las elecciones queda libre el personaje que lideró la campaña más costosa de la historia; el mismo que colaboró con la justicia estadounidense ante la que debió brindar información de cualquier personaje con el que pudo tener relación en actividades ilícitas.
Después de su derrota en 2015, el político guatemalteco estuvo un par de años entre Estados Unidos, Nicaragua y República Dominicana. En 2018 se entregó a la justicia estadounidense y en 2019 se declaró culpable de lavado de dinero proveniente del narcotráfico en Guatemala. Si decidiera volver, al excandidato presidencial le esperan dos órdenes de captura, una por el caso Odebrecht y la otra por el financiamiento ilícito del extinto partido Libertad Democrática Renovada (Lider).
Como si las acusaciones en Guatemala y Estados Unidos fueran pocas, hay otra investigación que lo menciona con nombre y apellido. Involucra lavado de dinero, uso de fondos públicos y actividades ilícitas con funcionarios de gobierno, esta vez, en República Dominicana, específicamente en Punta Cana.
Fue en esa región turística donde el presidente Alejandro Giammattei sostuvo un almuerzo con Alexis Medina (hermano del expresidente dominicano Danilo Medina), con sus socios y con Jorge Baldizón, el hijo de Manuel Baldizón. Esta reunión sucedió a finales de 2019, cuando Giammattei estaba a dos meses de asumir la Presidencia, Baldizón acababa de declararse culpable y faltaba un año para que Medina y otros 26 miembros de su red fueran capturados por corrupción.
Después de estas reuniones, la constructora Arehu S.A. ligada a Baldizón y a Medina obtuvieron contratos estatales en Guatemala por más de 50 millones de quetzales, como lo contó Plaza Pública en mayo pasado. Su hijo, Jorge Baldizón, sería el principal coordinador de estas operaciones por medio de testaferros de su padre y sus excompañeros de fútbol.
El caso Antipulpo
La justicia de República Dominicana menciona a Baldizón como uno de los socios recientes más efectivos de Juan Alexis Medina Sánchez, preso desde diciembre de 2020 y acusado de ser el cabecilla de una supuesta estructura criminal que aprovechó la presidencia de su hermano, Danilo Medina, para apropiarse de fondos públicos por medio de empresas fantasma y testaferros con los que también habrían lavado activos para enriquecerse ilícitamente.
«El 16 de agosto del 2012, el ciudadano Danilo Medina Sánchez asume como presidente constitucional de República Dominicana. Varios miembros de la familia Medina Sánchez, con el ya mandatario juramentado, pasaron a multiplicar sus influencias en diferentes instancias del Estado dominicano, empezando, obviamente, por la Presidencia de la República. En ese contexto, utilizando la Presidencia y la estructura familiar como escudo, el acusado Juan Alexis Medina Sánchez organiza un entramado societario para distraer fondos del patrimonio del Estado dominicano», asegura el expediente de acusación de 3,445 páginas de la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca), una especie de Feci del Ministerio Público dominicano.
Tal como en Guatemala, la extinta Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) y la anterior Feci revelaron en el caso Cooptación del Estado, la Pepca describe que los rubros afectados por los supuestos actos ilícitos de esta organización fueron los sistemas de educación, salud, seguridad ciudadana, infraestructura pública, energía, electrificación, entre otros.
De acuerdo con la acusación, la organización dirigida por Alexis Medina se dedicó a «pagar sobornos y beneficios indebidos a funcionarios públicos; extorsionar o presionar a contratistas del Estado para quitarles adjudicaciones; falsificar el contenido o la forma de actos públicos; utilizar maniobras fraudulentas para lograr contratos con Estado, estafando fondos públicos».
Según la acusación dominicana, «el detenido (Alexis Medina) pretendía replicar el mismo modelo de las licitaciones ilícitas con apoyo de poderosos sectores políticos de Guatemala que han sido identificados por la investigación, pero que por razones de estrategia de investigación en curso no se detallan en la presente acusación».
De ahí que Baldizón articuló sus esfuerzos junto a Medina para construir el Wonder Island Park, un parque de diversiones inaugurado en noviembre del 2021, valorado en unos 400,000 dólares ó 3 millones de quetzales, y ubicado en Punta Cana, República Dominicana. Para ello, utilizaron varias sociedades en donde figuran dos guatemaltecos: un testaferro de Baldizón en Guatemala y su padre, Salvador Baldizón Tager.
Un parque a medias
Wonder Island Park es un parque de diversiones familiar ubicado en Punta Cana, un paraíso al este de República Dominicana, con playas de arena blanca y agua cristalina naturales del mar Caribe. Esta región es conocida a nivel mundial por sus atracciones turísticas para todo tipo de públicos y sus hoteles de cinco estrellas.
A pesar de que las instalaciones abrieron en noviembre del año pasado, un vecino de la zona que visitó el parque al inicio de sus operaciones contó a Plaza Pública que la montaña rusa y otros dos juegos grandes no funcionan desde la inauguración, por lo que mucha gente se ha quejado durante meses. «Es grande, pero la montaña rusa es pequeña y no funciona. Los únicos juegos activos son para puros niños, son como seis o siete años», comentó el visitante decepcionado.
La fuente indicó que, al momento de su visita, el parque costaba 600 pesos por persona (unos 86 quetzales) con posibilidad de ingresar a seis juegos. Sin embargo, en mayo, la página publicó los precios de los boletos que no corresponden a un proyecto de alto nivel. Según esta imagen, el costo de una entrada es de 100 pesos dominicanos, es decir, unos 14 quetzales. Una familia de cinco integrantes puede ingresar por 2,500 pesos (unos 350 quetzales) con entradas ilimitadas a los juegos.
Una publicación realizada también en mayo muestra a un grupo de niños abrazados de las botargas de Homero Simpson, Peppa Pig, Mickey y Minnie Mouse. Las fotografías evidencian que los disfraces no son originales, pues no coinciden con las características exactas de los personajes.
Aunque la pretensión de un video es mostrar cómo los personajes alegran a los visitantes, lo que evidencian es a una Minnie Mouse caminando lento, cabizbaja, sin orientación. Unos segundos después, se reúne con la botarga de Mickey Mouse para bosquejar unos pasos de baile con la cabeza gacha.
Las sociedades que fusionaron Medina y Baldizón
Para comprender cómo se vinculan los Baldizón con la creación del Wonder Island Park, y la constructora que recibió contratos en Guatemala bajo la actual administración, primero hay que repasar el origen de dos empresas utilizadas para canalizar el dinero que financió el parque de diversiones. Se trata de Acorpor, S.R.L. y de WMI International, S.R.L.
Acorpor fue fundada el 20 de septiembre de 2017 por dos testaferros (así lo indica la acusación), el dominicano Antonio Florentino Méndez y el guatemalteco Carlos Fernando García Sánchez. Florentino es testigo ante la justicia dominicana, y García representa empresas de Baldizón en Guatemala y Estados Unidos.
A mediados de 2019, Salvador Baldizón Tager, padre de Manuel Baldizón, compró 500 acciones a García y 499 a Florentino. Así, Medina continuó siendo dueño de un título accionario a través de su testaferro.
En octubre del 2020 Baldizón Tagger revendió sus acciones a Florentino y las otras 500, a Rigoberto Alcántara Batista, un tercer testaferro utilizado para invertir en la constructora que recibió contratos en Guatemala.
El padre del político guatemalteco también figuró en la otra sociedad dominicana involucrada en el caso Antipulpo, Se trata de WMI International, S.R.L. que nació el 10 de octubre del 2017, apenas un mes después de Acorpor y la fiscalía dominicana la vincula al entramado de empresas dedicadas a ocultar el origen de los fondos obtenidos de manera ilícita.
En WMI International, S.R.L. figuran los mismos socios fundadores: Florentino y García. Aquí, Baldizón Tager repitió el mismo esquema, también compró 999 acciones y dejó una para el testaferro de Medina. La transacción ocurrió el 16 de junio del 2019, cuatro días después de que obtuvo los títulos de Acorpor.
A diferencia de Acorpor, esta vez el padre de Baldizón mantuvo sus acciones en WMI International hasta el momento en que la fiscalía dominicana presentó la acusación formal del caso Antipulpo, en diciembre de 2021.
Florentino es uno de los vínculos entre ambos países y pieza importante según la fiscalía dominicana.
En noviembre de 2020 viajó a Guatemala en nombre de WMI International, S.R.L. para comprar el 50 % de las acciones de Arehu, S.A por un valor de 500,000 dólares. Arehu, S.A. es la constructora en Guatemala que en el gobierno de Alejandro Giammattei y la Municipalidad de Santa Catarina Pinula beneficiaron con contratos por 50 millones de quetzales.
Florentino fue uno de los asistentes a la reunión con Giammattei en noviembre de 2019.
En la misma fecha que Florentino, Guatemala también recibió la visita del tercer testaferro, Alcántara, a quien Baldizón Tager vendió sus acciones de Acorpor. Durante el viaje actuó en nombre de otra empresa dominicana incluída en el caso judicial, llamada Contratas Solution Services, S.R.L. Compró el otro 50 % de las acciones de Arehu.
Las empresas que crearon el parque
Según la investigación penal, la estructura inscribió la empresa Wonder Island Park, S.R.L. en el Registro Mercantil de la Cámara de Comercio y Producción de Santo Domingo en la misma fecha que Salvador Baldizón Tager obtuvo 999 acciones de Acorpor (12 de junio de 2019) y cuatro días antes de que adquiriera las de WMI International.
Para financiarse, Acorpor recibió fondos de otras dos empresas del entramado.
Contratas Solution Services (propietaria del 50 % de Arehu, S.A. la constructora en Guatemala vinculada a Medina y Baldizón), transfirió 9,072,149.43 pesos dominicanos (1.2 millones de quetzales aproximados) por medio de tres cheques emitidos entre agosto, septiembre y noviembre de 2020.
Por otra parte, Fuel America Inc. Dominicana, S.R.L., representada directamente por Alexis Medina, según la acusación, hizo un aporte por 5,788,487.30 pesos dominicanos (unos 800,000 quetzales). Además, transfirió 3,937,608 pesos dominicanos (unos 550,000 quetzales) hacia otra empresa llamada Prodiplaza Constructions, S.R.L. contratada para construir el parque.
Los juegos mecánicos fueron comprados con fondos de Fuel America Inc. Según el expediente, en marzo de 2018 hizo una transferencia internacional a China a favor de Shanghai Hisen International Limited por el monto de 150,000 dólares.
El MP dominicano refiere que en un allanamiento a la vivienda de Medina, las autoridades encontraron un documento de cotización de los equipos para el parque que suman 2,2 millones de dólares.
La investigación detalla un documento que describe la importación de los juegos.
«En la Dirección General de Aduanas (DGA) está registrada la importación de estos equipos y juegos mecánicos (ruleta rusa, gomas, carritos chocones y bases para carritos chocones), conforme la Declaración Única Aduanera (DUA) núm. 10150-IC01-1711-0033F0, del 29/11/2017, en la cual figura como importadora la razón social Acorpor, S.R.L. y tiene como factura comercial de soporte la emitida por la razón social Shanghai Hisen International Limited», detalla la acusación.
Es decir, la empresa representada por Medina pagó el parque y los juegos mecánicos, y la sociedad en la que participaba junto con los Baldizón fue la encargada de la importación.
China y Baldizón, otra vez
Aunque no desprecia los negocios en Estados Unidos, Manuel Baldizón siempre ha fijado su mirada hacia Oriente. Sus empresas se han nutrido de activos importados de China, algo que había generado desconfianza en el gobierno estadounidense ya que la relación comercial privada entre el político y esa potencia significaría una grieta diplomática y económica con el líder de Occidente.
Una investigación publicada por elPeriódico revela que una flotilla de autobuses importada de China, dispuesta para el Transurbano, desapareció. La empresa propietaria está vinculada al financiamiento del partido Líder en 2015.
Jorge Baldizón, hijo del político, dijo a Prensa Libre que al involucrarse en política, a finales de 2003, su padre dejó esas operaciones a sus gerentes y a su esposa, Rosa María Vargas Morales. «Por un acuerdo de no competencia entre la familia Baldizón, no interferirá en estas operaciones de rutas extraurbanas». Además, detalló que «a partir de este momento se concentró en la importación de vehículos y maquinaria de construcción de China».
Alexis Medina, el ascenso de un hermano afortunado
«Yo estaba fuera del país (al momento de las investigaciones) y todo el mundo sabe que yo tengo amigos presidentes, que inclusive querían que me quedara en su país y yo dije “yo vuelvo para mi país porque están diciendo que me van a acusar por el Ministerio Público” y arranqué en un avión para acá», dijo Medina en una de las audiencias judiciales por el caso llamado Antipulpo a finales de mayo pasado, recogió el medio dominicano La República.
Medina pasó de ser un ciudadano promedio con problemas financieros a convertirse en el segundo hombre más poderoso de República Dominicana, por detrás de su hermano.
La fiscalía de aquel país documentó que antes de que Danilo Medina asumiera la presidencia de la república en 2012, Alexis ni siquiera figuraba como un emprendedor o empresario exitoso. De hecho, afirma la acusación, llevó a la quiebra varios de sus negocios. Además, tenía procesos judiciales activos por emisión de cheques sin fondos.
«Es evidente que su ascenso económico después de ser un pequeño negociante, con mala reputación (…) fue posible gracias a que, por acciones y omisiones del principal ejecutivo de la nación, Danilo Medina Sánchez, se crearon las condiciones para construir un entramado societario que impactó de manera negativa los principales indicadores de desarrollo de República Dominicana», concluye la fiscalía.
Sin acusación formal
Aunque el Ministerio Público dominicano menciona a Manuel Baldizón, a su padre y a Carlos García Sánchez en varios apartados de la acusación presentada contra la supuesta estructura criminal liderada por Alexis Medina, no existe hasta el momento una imputación formal contra el expresidenciable. De igual forma, tampoco hay una acusación contra el expresidente Danilo Medina.
Sin embargo, en una de las conclusiones de la acusación, la Fiscalía asegura que «probaremos las operaciones de lavado de activos del acusado conjuntamente con Manuel Baldizón y otros nacionales guatemaltecos».
Texto: Pavel Gerardo Vega
Infografía: Dénnys Mejía
Diseño: Suandi Estrada
Foto: Simone Dalmasso
Reportaje elaborado por plazapublica.com.gt
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