Redacción.- Fue confirmada la muerte de la Reina Isabel II este jueves a los 96 años. La monarca británica ha fallecido en el castillo de Balmoral, su residencia de verano situada en Escocia.
La salud de la reina, que hace tiempo que experimentaba «problemas de movilidad», había empeorado desde que el martes recibió a Boris Johnson, quien le presentó su dimisión como primer ministro, y a su sucesora, Liz Truss, a quien encomendó la formación de un Gobierno.
Ya el miércoles la monarca había tenido que suspender la reunión de su Consejo Privado, uno de los encuentros regulares de la jefa de Estado con políticos y asesores de alto nivel. El Palacio de Buckingham informó de que la cita sería «reprogramada» pero posteriormente los doctores que la atendían se mostraron «preocupados» por su estado de salud y recomendaron que quedara bajo supervisión médica.
Esta no era la primera vez que Isabel II tenía que suspender su asistencia algún acto. Ya había cancelado algunos otros encuentros por no encontrarse bien, un hecho que se agravó en febrero, cuando dio positivo en Covid. Según ella misma declaró, el coronavirus la dejó «exhausta».
Ante el empeoramiento de la soberana, el príncipe Carlos y Camila Parker fueron los primeros en viajar inmediatamente a Balmoral para acompañarla. También el príncipe Guillermo se desplazó rápidamente hasta el castillo para estar con su abuela. Poco a poco fueron llegando a la residencia estival el resto de los miembros de la familia.
Harry y Meghan, que residen en Estados Unidos, se encontraban esta semana de visita en Europa. Ambos estaban en Alemania, con motivo de una competición deportiva de militares veteranos, y tenían previsto viajar esta noche a Londres para asistir a la entrega de premios de una fundación contra enfermedades infantiles.
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