SANTO DOMINGO.- Si el Gobierno está decido a mantener el impuesto de 10 dólares, conocido como la tarjeta de turismo, debería apelar a un mecanismo ágil y funcional dentro de las vías institucionales, que evite volver atrás con las filas de extranjeros en los aeropuertos para saldar el gravamen.
Recibe las últimas noticias en tu casilla de email