El Cairo.- La organización Amnistía Internacional (AI) denunció este jueves que las autoridades egipcias mantienen a críticos y opositores políticos en condiciones «crueles e inhumanas» en una prisión que se abrió a mediados de 2022, mientras el país árabe se prepara para albergar la Cumbre del Clima COP27, prevista para el 6 de noviembre.
En la prisión de Badr 3, ubicada a 70 kilómetros al noreste de El Cairo, los presos son recluidos en «condiciones terribles y punitivas comparables o incluso peores que las documentadas sistemáticamente en el famoso complejo penitenciario de Tora, en Egipto», indicó AI.
«El complejo penitenciario de Badr abrió con gran pompa por parte de las autoridades, como si la nueva instalación significara una mejora en el historial de derechos humanos de Egipto. En cambio, los presos se enfrentan a las mismas violaciones de derechos humanos», afirmó en un comunicado la secretaria general de AI, Agnès Callamard.
Según la investigación de AI, que ha reunido pruebas de familiares y abogados de presos recluidos por motivos políticos, los detenidos «tiemblan en celdas frías con luces fluorescentes encendidas las 24 horas, las cámaras de vigilancia están dirigidas a ellos a todas horas y se prohíbe el acceso a las necesidades básicas, como alimentos, ropa y libros suficientes».
Asimismo, de acuerdo a la fuente, «se les niega cualquier contacto con sus familias o abogados y las audiencias de renovación de la detención se llevan a cabo en línea. Ha habido al menos una muerte bajo custodia desde que se abrió la prisión a mediados de 2022″, dijo.
Varios presos están recluidos en violación de la ley egipcia, ya que su prisión preventiva se ha extendido más allá de los límites legales, mientras que decenas están detenidos arbitrariamente después de juicios manifiestamente injustos, subrayó AI, que añadió que las autoridades han impuesto una prohibición general de las visitas familiares para todos los detenidos en Badr 3.
El personal penitenciario también prohíbe a los reclusos enviar cartas a sus familias o seres queridos, o incluso recibirlas, lo que los somete de hecho a «una detención en régimen de incomunicación».
«Antes de la COP27, la máquina de relaciones públicas de Egipto está funcionando a toda velocidad para ocultar la terrible realidad en las cárceles del país, donde los presos detenidos por motivos políticos languidecen en condiciones horribles que violan la prohibición absoluta de la tortura y otros malos tratos», aseveró Callamard.
Por ello, la secretaria general de AI pidió a las autoridades egipcias que liberen «de inmediato a todas las personas detenidas arbitrariamente».
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