Introducción
1.- Es una tendencia normal en los seres humanos dirigir su voluntad a conseguir algo. Cada quien anida en el fondo de su alma un deseo que aspira se materialice para así ver satisfechas sus aspiraciones.
2.- Un anhelo material, no es difícil de alcanzar, no así lo inmaterial, lo espiritual. Querer ver las cosas mejor de lo que están, idealizar, no depende de la sola buena voluntad de quien pretende.
3.- Aunque puede interpretarse como una creación imaginaria de mi mente, me voy a permitir exponer mi pretensión para el nuevo año, 2023. No es una ilusión, es lo que mi voluntad desea.
4.- Lo que para muchos de mis connacionales es pura quimera, lo veo como formando parte de la lucha de nuestro pueblo por un mejor país, dentro del proyecto de nación que queremos y merecemos.
5.- No ignoro que para que cambie la forma de pensar de la generalidad de los miembros de una determinada sociedad, primero debe producirse una modificación de su base material y la superestructura que gira alrededor de la misma.
6.- Pero nada impide que bajo este orden social degradante, apestoso y contaminante, se vayan formando hombres y mujeres del futuro con buenos sentimientos. Sobre las cenizas de este modelo asfixiante, algo sano queda para comenzar a trillar un camino nuevo de esperanza.
I.- Quitarnos de encima a los indeseables
7.- En el año que se inicia quiero sentir, que llegue a lo más profundo de mi corazón, que se va a producir un cambio en la forma de ser del hombre y la mujer del país, y la transformación será para bien.
8.- Llegaría a aplaudir con los pies, si percibo que las dominicanas y los dominicanos han iniciado un proceso mental para ser de buenos sentimientos, que están cambiando de ser perversos a bonachones, como un pedazo de pan.
9.- Me sentiría sumamente feliz, si noto, aunque sea una pizca, un asomo de que en los nuestros se observa una señal, un síntoma muy leve de que ha arrancado de su conducta lo maléfico para lo beneficioso.
10.- Estaría contento si me llama la atención el hecho de que se nota la ausencia en nuestro medio de individuos chismosos e intrigantes, cargados de malos sentimientos.
11.- Me motivaría alegría, enterarme de fuentes confiables, que ciertamente se ha hecho notoria la no tanta presencia de esos camajanes que fastidian por ser viciosos murmuradores, dañando reputaciones bien ganadas.
12.- Da un toque positivo de atención, llegar a saber que ya no es común encontrarse en todos los sitios, con ese repugnante descalificador, envidioso y resentido, que anda listo para irritar a los exitosos.
13.- Aquellos que en este país han vivido para actuar correctamente, están prestos para dar palmadas en señal de aprobación, una vez comprueben que el maldiciente ya ha cambiado, que no es el mismo asiduo blasfemo, el profesional del insulto y la calumnia.
14.- Me daría por supercontento, si tengo la dicha de saber que el 2023, le llegó a nuestro pueblo con la decisión de personas que han jurado renunciar a seguir siendo infames, maliciosos y vivos ejemplos de vileza.
15.- El 2023 llegaría cargado de gente grande de alma, limpia de corazón, con mucha nobleza, si nos damos cuenta de que el ruin, bajo e innoble, se está arrepintiendo de sus diabluras y granujadas. Es un logro que cambie para ser algo mejor, ese ente social formado para maldecir, amar la malignidad y aborrecer a los buenos de sentimientos.
16.- A esos que se han dedicado a comportarse como un pobre hombre cualquiera, o un don nadie; desgraciado y desventurado, hay que desearle un nuevo año para el bien, por el arrepentimiento de sus horribles acciones.
17.- El pueblo dominicano es merecedor de estar libre de los endemoniados, de los sumamente perversos, de los recondenados que están en el medio para lesionar, dañar, emponzoñar y hacerle la vida amarga a cualquier persona sana, buena, que es todo amor y dulzura.
18.- De manera permanente estaría bienhumorado, enteramente divertido, si en el curso del nuevo año comienzo a darme cuenta de que el mal bicho ha dejado de penetrar a los círculos de personas bien acreditadas.
19.- Comenzaría a sentirme radiante, de buen carácter, como un niño con zapatos nuevos, si el 2023 hace posible el inicio para quitarnos del lado a esa mala bestia que, como perjudicial, lo único que trata son percances de todo tipo.
20.- Cuánta felicidad sentiría nuestro pueblo, si en el 2023 se siente algo liberado de las rémoras, que han hecho a nuestro país inviable, convertido en un infierno, contaminado por especímenes de mala conciencia.
21.- Estamos hartos de convivir con personas que, como si tal cosa, así por así, con su amargo proceder, mantienen angustiados a dominicanas y a dominicanos que merecen tranquilidad espiritual.
22.- La gente sana del país, no debe continuar soportando al aguafiestas, al espantagustos, que nos impulsa a estar aburridos y no divertidos como merecemos.
Recibe las últimas noticias en tu casilla de email