SANTO DOMINGO.- La iglesia dominicana concentra todos sus esfuerzos para vivir una semana Santa memorable, que proporciona sentido y esperanza a la sociedad, en medio de tanta desigualdad y sufrimiento.
Este fue el mensaje de Monseñor Faustino Burgos, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santo Domingo con motivo del anuncio de las actividades y recomendaciones para la Semana Santa 2023.
La iglesia católica celebra la Semana Santa como una de las semanas más importantes del año litúrgico, ya que conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Durante esta semana, se realizan diversas actividades y ceremonias que ayudan a los fieles a reflexionar y meditar sobre el significado de la muerte y resurrección de Jesús.
La Semana Santa comenzó con el Domingo de Ramos, en el que se conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Durante los días siguientes, los católicos participan en diversas ceremonias, como la Eucaristía diaria del Jueves Santo en la que se recuerda la Última Cena, el lavado de pies por parte de Jesús a sus apóstoles y la institución de la Eucaristía y el sacerdocio.
El Viernes Santo es un día de luto en el que se conmemora la crucifixión y muerte de Jesús, y se realiza la adoración a la cruz en la que se rememora el sacrificio de Jesús por la humanidad. Finalmente, el Domingo de Resurrección, se celebra la resurrección de Jesús, la victoria sobre la muerte y la promesa de vida eterna para los que creen en Él.
En resumen, la Semana Santa es fundamental para los católicos porque es una oportunidad para reflexionar sobre la vida, la muerte y la resurrección de Jesucristo y recordar el sacrificio que realizó por la humanidad para salvarla del pecado y la muerte. Además, es una ocasión para fortalecer la fe y renovar el compromiso de seguir a Jesús.
Pero además agregó Monseñor Faustino, durante las últimas décadas y con el ritmo frenético de la vida, cada vez más las personas aprovechan la semana santa para hacer un pare en sus actividades e ir a sus pueblos y compartir en familia. Y está bien dar ese espacio a la familia y el descanso, pero no se puede descuidar la centralidad de los días santos para un cristiano.
Es por lo que la iglesia hace un llamado primeramente a la prudencia en las carreteras, con tristeza se debe recordar como la Semana Santa del 2022 fue una de las más letales en los últimos tiempos, solo superado en cantidad de fallecidos por las del 2012 en la que hubo 40 muertes, de las que 31 fueron causadas por accidentes de tránsito y cuatro por ahogamiento, según informe especial del director del COE.
Por eso es recomendable planificar su viaje con anticipación: Esto le permitirá tener suficiente tiempo de desplazamiento, por lo que no tendrá que apresurarse en la carretera. Además, puede verificar las condiciones meteorológicas y de tráfico para elegir la mejor ruta de acuerdo con las circunstancias. Manténgase alerta: Evite conducir mientras esté cansado o bajo la influencia de sustancias alcohólicas o estupefacientes. Estos factores pueden disminuir su tiempo de reacción, lo que aumentaría el riesgo de accidentes.
Otro punto para no olvidar deben ser los cuidados en los paseos a ríos, lagos y el mar. Recuerden tomar las precauciones y estar atentos a las recomendaciones y advertencias de las autoridades. Realmente es importante dar espacio a los momentos que la iglesia ofrece para la reflexión, y contemplación del misterio de la muerte y resurrección de Jesús.
Por último y con más fuerza manifestó Monseñor Faustino la invitación a vivir junto a Jesús estos días para sacar el mayor provecho, pues el gran acontecimiento de la semana mayor es la Pascua pues es uno de los mensajes más profundo y provocante del cristianismo, dado que celebra la resurrección de Jesús después de su muerte en la cruz. Jesús resucita para nunca volver a morir, para seguir viviendo en el corazón de la Trinidad.
Para afirmar esta realidad, después de su resurrección, Jesús durante cuarenta días comparte con sus discípulos, se hace ver, come con ellos. De esta manera, la resurrección es una propuesta y una experiencia que rompe con la ley de la naturaleza. No se entiende la propuesta del evangelio sin comprender la realidad de la resurrección, desde la cual Jesús también anuncia nuestra misma resurrección. Es una idea que, si lo consideramos bien, propone una antropología del ser humano y revela su esencia más auténtica y profunda. ¿Qué pasaría si en lugar de rendirnos frente a los obstáculos y las dificultades de la vida, los viviéramos como pequeños viernes santos a lo largo del camino hacia el domingo de resurrección?
Entonces, además de ser una importante recurrencia religiosa para los creyentes, la semana santa se transforma en una oportunidad para todos de reflexionar sobre un cambio necesario de conciencia que nos interpela a todos. Concluyó Monseñor Burgos: les invito a vivir y a participar en las diferentes diócesis, parroquias, capillas a los actos litúrgicos de la semana mayor, muy especialmente aquellos que se desplazan por el país.
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