REDACCIÓN.- El Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador decidió desplegar más de 8.000 miembros de la Guardia Nacional, la Marina y el Ejército entre las principales zonas turísticas de México para este fin de semana largo de Semana Santa.
La medida surge como un intento de salvar a la población después de que se registraran 8 asesinatos en lo que va de la semana en las playas de Cancún y Acapulco, que dependen -y mucho- del turismo extranjero.
Estos ocho asesinatos en los dos de los balnearios más importantes de México fueron el detonante para que el Gobierno tome la decisión de repartir un total de 4.724 miembros de las Fuerzas Armadas entre Cancún, Puerto Vallarta, Tulum, Mazatlán, Veracruz y Acapulco.
Además, otros 3.800 militares se encargarán de custodiar las principales rutas de acceso al país.
El despliegue de fuerza lo completarán seis helicópteros, 755 patrullas, 377 camionetas Cheyenne, 10 lanchas y 45 cuatrimotos, según anunció el jefe del Ejército, Luis Cresencio Sandoval.
Las Fuerzas Armadas también se ocuparán también de 14 aeropuertos y 42 estaciones de micros.
El operativo especial de Semana Santa se extenderá hasta el 16 de abril, las fechas en las que se espera una mayor afluencia de turistas en busca de calor y diversión.
México es uno de los 10 países más visitados del mundo, a pesar del aumento de la criminalidad en las zonas turísticas. En los primeros meses de este año, los homicidios crecieron 4,23 %, hasta 4.882 asesinatos, con un promedio de 83 por día.
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