Bamako.- Un atentado suicida con al menos un vehículo bomba, perpetrado este sábado a la entrada del aeropuerto de Sevaré, en el centró de Mali, dejó nueve civiles muertos y al menos 60 heridos, así como otros 16 terroristas fallecidos y dos militares en estado grave.
El ataque tuvo lugar sobre las cinco de la madrugada, cuando un vehículo de unas diez toneladas hizo explosión con una o varias personas dentro a la entrada del aeropuerto, cerca de un puesto de la Gendarmería, informaron a EFE fuentes locales.
La explosión del vehículo destruyó parte de los edificios aledaños, según las fuentes, que afirmaron que durante el ataque se escucharon tres fuertes detonaciones seguidas de intensos disparos.
En el ataque se produjeron al menos nueve civiles fallecidos y otros 60 heridos, así como dos militares graves, que fueron trasladados al hospital Somine Dolo de Sevaré, según las fuentes consultadas por EFE.
Hasta el hospital, que está desbordado, y al lugar del atentado se desplazaron autoridades de la región, que hicieron un llamamiento a donar sangre.
El aeropuerto que se disponían a atacar los terroristas es utilizado tanto por la fuerza civil como por la militar, y también por la misión de la ONU en Mali, la Minusma.
Las autoridades de la junta militar maliense en el poder aún no se han pronunciado sobre el número de muertos y heridos, pero sí han informado del ataque.
Las Fuerzas Armadas malienses lo califican en una nota de «complejo» y explican que se registraron «fuertes explosiones y disparos» en las inmediaciones del aeropuerto de Sevaré.
«La situación está bajo control desde los primeros minutos. Las redadas continúan. El Estado Mayor del Ejército agradece a la población de Sevaré y sus alrededores la asistencia dada a las víctimas civiles de las explosiones», dice el comunicado.
Las Fuerzas Armadas recomiendan a la población evitar salir de sus casas y reunirse en la vía pública para no perjudicar las operaciones militares en la zona afectada.
El ataque coincide con los días festivos del final del Ramadán, en los que los militares y gendarmes suelen coger tiempo libre para estar con sus familias.
Mali, con presencia de grupos yihadistas leales al Estado Islámico y a Al Qaeda, padece una gran inseguridad, con ataques terroristas semanales contra militares y civileS.
Lo gobierna una la junta militar en el poder después de dos golpes de Estado, que no controla algunas zonas del este y norte del país, donde actúan estos grupos yihadistas y también las milicias tuareg.
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