Ginebra.– Agencias humanitarias de la ONU informaron hoy del aumento de su ayuda a las zonas del sur de Ucrania anegadas por la rotura de la presa de Kajovka, que según estimaciones preliminares podría haber afectado al menos a 40,000 personas, e indicaron que las inundaciones podrían prolongarse aún una semana.
La portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados, Shabia Mantoo, señaló en rueda de prensa que a esos 40,000 afectados en zonas de la margen derecha del Dniéper (controlada por Ucrania) habría que añadir «miles más» en la margen izquierda, en manos rusas, donde Naciones Unidas no tiene acceso.
Se calcula además que unas 700,000 personas han perdido el acceso a la principal fuente de agua potable en la región, «y hay temor a que sustancias contaminantes, incluidos vertidos residuales, petróleo y pesticidas, se hayan mezclado con el agua liberada, que no se espera que baje sus niveles hasta pasados unos días», añadió Mantoo.
La portavoz anticipó que graves consecuencias humanitarias «seguirán sufriéndose mucho después de que el agua vuelva a sus niveles normales» en una región, la de Jersón, que «es una de las más contaminadas con minas antipersona del país», y donde muchas de esas armas podrían haberse visto arrastradas por las aguas.
A este respecto, la coordinadora humanitaria de la ONU para Ucrania, Denise Brown, indicó en la misma rueda de prensa (conectada por videoconferencia desde una de las localidades afectadas por la rotura de la presa) que un experto en minas de Naciones Unidas colabora en la zona afectada para cartografiar las nuevas zonas que podrían quedar ahora contaminadas por ese armamento.
Según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, que maneja datos facilitados por las autoridades ucranianas, al menos 80 localidades de la región, incluida la capital Jersón, han quedado parcial o totalmente inundadas por la rotura de la presa el 6 de junio.
Al menos 2,200 han sido evacuadas en la zona controlada por Ucrania, mientras que en la margen izquierda controlada por tropas rusas se habla de 4,000 evacuaciones.
Este jueves el nivel del agua arrastrada tras la rotura de la presa alcanzó un nivel máximo de 5,6 metros en Jersón, indicó la oficina en su informe diario sobre la catástrofe.
Éste indicó que al menos 600 kilómetros cuadrados de la provincia de Jersón han quedado inundados, y el impacto en la población seguramente es mucho mayor que el reportado oficialmente por la falta de acceso a las zonas controladas por Rusia, en las que vive el 70 % de las comunidades afectadas por el desastre.
Según Naciones Unidas, se ha logrado enviar en la zona anegada asistencia para 18.000 personas, una ayuda que incluye alimentos, agua potable embotellada, equipos sanitarios y dinero en efectivo.
Entre los participantes en esta asistencia hay agencias de la ONU como la propia ACNUR, el Programa Mundial de Alimentos o el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), pero también diversas ONG.
ACNUR añadió que ha comenzado a ofrecer a los evacuados apoyo psicosocial y sanitario, incluyendo a muchos de ellos en los programas de ayuda a desplazados internos por el conflicto.
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