Redacción.- Solemos escuchar de que hay personas que tienen el metabolismo más lento que otras. Y que esto influye en cuestiones que van desde el peso corporal hasta el estado de ánimo; porque se trata del gasto de energía que el organismo necesita para realizar las funciones vitales básicas.
“El metabolismo interviene en todos los procesos químicos que permiten mantener la vida: respiración y oxigenación de la sangre, contracción del músculo cardíaco y circulación de la sangre, funciones cerebrales, mantener el ph en el estómago y el balance de electrolitos, entre otros”. Así comenzó a explicar la médica especialista en Medicina Interna y Nutrición Marianela Aguirre Ackermann (MN 151.867), coordinadora el Grupo de Obesidad de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), quien agregó: “El organismo utiliza entre el 60 y 75% de las calorías consumidas cada día para cubrir las funciones básicas”.
Lo que se conoce como metabolismo basal o gasto metabólico basal depende de muchos factores como la edad, sexo, altura, peso, contextura física, y por supuesto de la genética. Tiene, además, relación directa con la cantidad de masa muscular que tiene una persona, por este motivo, los hombres, que tienen un mayor desarrollo muscular que las mujeres, tienen en general -a igual peso- un metabolismo basal más elevado y necesitan consumir más calorías.
“El principal encargado de quemar calorías es el músculo”, sostuvo Aguirre Ackermann, quien es además directora de Fundación CIEN (Centro Integral de Endocrinología y Nutrición).
En ese sentido, este medio quiso saber cuál es la importancia de acelerar el metabolismo en la búsqueda de perder peso.
“Mejorar el metabolismo puede desempeñar un papel importante en la pérdida de peso, principalmente por la ‘combustión’ de calorías -señaló la especialista de la SAN-. Acelerar el metabolismo significa que el cuerpo quema calorías de manera más eficiente, incluso en reposo. Un metabolismo más rápido significa que se queman más calorías durante el día, lo que puede contribuir a un déficit de energía y a la pérdida de peso”.
Por otro lado, agregó que “también es importante (acelerar el metabolismo) para el proceso de mantenimiento del peso perdido, ya que si durante el descenso de peso se logró bajar sobre todo masa grasa y muy poca masa magra, eso contribuye a un metabolismo que facilitará más el sostenimiento del peso perdido. Contrariamente, si hubo mucha pérdida de masa magra, dificultará más el sostenimiento del peso perdido”.
Claudia Lescano es profesora de Educación Física y licenciada en Alto Rendimiento Deportivo y la creadora del primer sistema de entrenamiento para optimizar el funcionamiento del metabolismo, mejorando la sensibilidad insulínica. Sobre este punto, opinó que “el problema no es el peso sino el exceso de grasa corporal”.
“Un metabolismo acelerado es un metabolismo que funciona eficientemente, que posee un equilibrio hormonal que nos hace personas saludables, preparadas para responder energéticamente a las demandas de la vida diaria”, destacó la experta. Al tiempo que consideró que “acelerar el metabolismo es lograr este equilibrio”.
A su turno, el profesor nacional de Educación Física, especialista en fitness y diplomado en Nutrición Deportiva Francisco Ozores sumó que “es importante acelerar el metabolismo para optimizar los procesos metabólicos que van a llevar a una oxidación de las grasas de forma óptima”. “Cuando se acelera el metabolismo no sólo se gastan más calorías sino que toda actividad que se haga con este fin será más efectiva”, aseguró el especialista.
Y precisó: “Ante un estímulo, por ejemplo hacer actividad física durante media hora, con un metabolismo lento se queman una X cantidad de calorías, teniendo un metabolismo más acelerado, la misma actividad por el mismo tiempo, va a producir un mayor gasto energético y por ende mayor oxidación de las grasas”.
Cuáles son las cinco estrategias para acelerar el metabolismo
1- Evitar las dietas muy restrictivas, que hacen que el organismo funcione en “modo ahorro” y reduce el metabolismo. Las dietas muy estrictas no sólo son muy difíciles de sostener, sino que además reducen el metabolismo hasta en un 25%. Una vez finalizada o abandonada una dieta restrictiva, será muy difícil mantener el nuevo peso logrado. Es preferible un descenso gradual del peso con planes alimentarios equilibrados.
2- Consumir mayor cantidad de proteínas (como carnes, huevo, leche, entre otros) porque para “procesarlas” el cuerpo consume mayor cantidad de calorías
3- Incorporar comidas con picante: los alimentos picantes son ricos en capsaicina, un alcaloide termogénico (es decir, aumenta la temperatura corporal transitoriamente). Se encuentran en pickles, pimientos picantes, y chiles, por nombrar algunos.
4- Comer alimentos ricos en calcio, ya que interviene en los procesos metabólicos que permiten mantener un mejor gasto metabólico.
5- Tomar suficiente agua. La deshidratación puede enlentecer el metabolismo. Beber agua adecuadamente puede ayudar a mantener un metabolismo más saludable.
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