Nueva Delhi.- El Gobierno del estado de Manipur, en el noreste de la India, ordenó este martes levantar parcialmente la suspensión de Internet tras más de dos meses de bloqueo por la ola de violencia étnica que atraviesa la región, que se ha cobrado la vida de cerca de 150 personas.
Las autoridades estatales «han tomado la decisión de levantar la suspensión del servicio de banda ancha de forma condicional», indicó el comisario de Interior de Manipur, T. Ranjit Singh, en una orden recogida por el medio Times of India.
Sin embargo, los servicios de internet para teléfonos móviles seguirán bloqueados, así como las redes sociales y el empleo de redes privadas virtuales (VPN).
Las autoridades justificaron las restricciones al afirmar que internet y las redes sociales facilitan la movilización de turbas y agitadores «que pueden causar muertes y daños a las infraestructuras», como lleva ocurriendo desde principios de mayo.
El director ejecutivo de la Fundación para la Libertad de Internet india (IFF, en inglés), Apar Gupta, denunció sin embargo que el levantamiento parcial en Manipur solo afectará a un número «insignificante» de personas.
«Creo firmemente que los bloqueos de internet sirven más a los intereses del Estado para evitar rendir cuentas y contornear la ecología de los medios de comunicación que a cualquier objetivo de orden público», dijo Gupta en Twitter.
El Gobierno regional suspendió por completo el acceso a Internet en Manipur el 3 de mayo, cuando estalló la violencia entre la minoría tribal kuki y la mayoría meitei al pedir un tribunal la clasificación de «grupo tribal» para esta última comunidad, lo que les permitiría acceder a puestos públicos en condiciones ventajosas.
El conflicto étnico ha provocado 142 muertos y más de 50.000 desplazados, según cifras del Gobierno.
La semana pasada salió a la luz un video grabado a principios de mayo de dos mujeres que fueron obligadas a desfilar desnudas frente a decenas de hombres en una zona rural del distrito de Thoubal, en Manipur, desatando la indignación en la India.
El primer ministro indio, Narendra Modi, condenó el suceso pero su silencio en torno a la violencia que sacude a Manipur, donde su partido ostenta el Gobierno regional, ha sido ampliamente criticado por los partidos de la oposición, que reclaman que dé explicaciones ante el Parlamento sobre el conflicto vigente.
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