Miami.- Padres, estudiantes, educadores y grupos de derechos civiles se han unido bajo la iniciativa Free to be Florida (FTB, en inglés) para, entre otros objetivos, «poner fin a la censura educativa» en el estado de Florida, señaló la organización este jueves en un comunicado.
Esta coalición dirigirá también sus esfuerzos a «garantizar un entorno de aprendizaje seguro y preciso, libre de extralimitaciones y censura de gobierno».
Pero el principal propósito de FTB será acabar con «la censura educativa» y proteger, particularmente, a las comunidades negras, hispanas y LGBTQ+ mediante una «red de apoyo para contrarrestar la censura educativa en toda Florida».
La asociación implementará además estrategias «anticensura» en todo el estado.
FTB cuenta con el apoyo, además de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, en inglés), de organizaciones estatales y nacionales como Equality Florida, Florida Freedom to Read Project, la Coalición Nacional Contra la Censura (NCAC, en inglés), entre otras.
FTB Florida reconoce que, en todo el estado, «las personas ya se están movilizando contra la censura en las aulas. Y ya están logrando enormes impactos en sus condados», dijo en el comunicado Katie Blankenship, subdirectora legal de ACLU de Florida.
Blankenship precisó que la única diferencia ahora es que lucharán juntos «apoyando la increíble movilización de base en todo el estado y construyendo estrategias a nivel estatal con todos los condados».
La nueva coalición estatal llega después de lo que ellos califican como «continuos ataques a los derechos de la Primera Enmienda y la libertad académica de los floridanos en entornos de educación K-12 y superior».
En los últimos dos años, la legislatura de Florida aprobó leyes como «Stop WOKE» y la llamada por sus detractores «Don’t Say Gay» que, en opinión de la coalición, «limitan el discurso en las aulas al prohibir la instrucción sobre racismo sistémico, discriminación de género y censurar los debates sobre orientación sexual o identidad de género».
«Los estudiantes merecen aprender en un espacio donde sean libres de ser ellos mismos; donde se enseñan todos los capítulos de la historia de nuestra nación: lo bueno, lo malo y lo feo. No podemos quitarles eso y no nos dejaremos intimidar para guardar silencio», añadió Blankenship.
«En un una sociedad donde la censura se utiliza como forma de control, donde se blanquea la historia, donde se politiza la educación pública, donde se criminaliza a los educadores (…) el silencio no es una opción», dijo Hedieh Sepehri, fundadora de Families Against Banning Books, una organización con sede en Miami.
Según PEN America y datos recopilados por el Florida Freedom to Read Project, por FTB Florida, más del 40 % de todas las prohibiciones de libros en EE.UU. ocurrieron en distritos escolares de Florida, con 1.406 libros prohibidos, más que cualquier otro estado del país.
«Estamos entusiasmados con la energía para luchar contra la censura educativa», dijo por su parte, Mitchell Kaplan, fundador de la popular librería Books & Books, con sede en Florida, y miembro de la junta directiva de la NCAC.
Recibe las últimas noticias en tu casilla de email