Islamabad.- El pasado fin de semana, las autoridades de Pakistán trataron de atajar la contaminación en la ciudad oriental de Lahore, con un experimento de lluvias artificiales que no logró rebajar los niveles tóxicos, ubicándose este martes como la metrópolis más contaminada del mundo.
Lahore registró hoy un pico de 270 microgramos de partículas PM 2.5 por metro cúbico de aire, según la plataforma IQAir, una concentración considerada «peligrosa» para los estándares marcados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por su parte, la ciudad de Karachi, capital de la provincia sureña de Sindh, ocupó el séptimo lugar en esta clasificación, con un nivel de calidad de aire catalogado de «perjudicial» por los índices de la OMS.
El alarmante deterioro en la calidad del aire que se origina cada año en Pakistán por esta época del año llevó a las autoridades a provocar el pasado sábado por primera vez en la historia del país lluvia artificial en las zonas de Lahore que registraban los niveles más elevados de contaminación.
Aunque la calidad de aire mejoró ligeramente desde ese día, la concentración de partículas en una de las ciudades más grandes de Pakistán todavía supera por más de 25 veces el valor de la calidad de aire óptimo recomendado por la OMS.
La técnica ya ha sido usada en varias ocasiones por países como Emiratos Árabes Unidos para generar lluvia en las extensas zonas áridas del país.
Varias de las ciudades más contaminadas del mundo se encuentran en Pakistán, con altos niveles de toxicidad en el aire producto de vapores de diésel, la quema estacional de cultivos y la llegada del invierno.
La contaminación del aire roba una media de cinco años de esperanza de vida a los habitantes del sur de Asia, una región que incluye a los cuatro países más contaminados del mundo y casi un cuarto de la población mundial, según el estudio Air Quality Life Index (AQLI) elaborado por la Universidad de Chicago (EE.UU.).
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