1.- Para una persona sensible sentirse anímicamente bien, no le basta con tener resueltos sus problemas personales. Semejante forma de actuar cuadra en el individualista.
2.- Por muy bienaventurado que sea un dominicano, la realidad de su país le dice que su felicidad no se extiende a la mayoría de sus coterráneos que viven como desgraciados.
3.- Partiendo de la materialidad dominicana, no es manía, ni antipatía sistémica, someter a la crítica la forma como la desigualdad lesiona a la generalidad de los nuestros.
4.- Todo aquel que en nuestro país tiene la posibilidad de escribir y que sus opiniones sean difundidas para el conocimiento del pueblo, públicamente puede aprobar o rechazar los diferentes fenómenos que aquí ocurren.
5.- En la etapa política dominicana actual, está presente una situación electoral con la posibilidad de ser analizada conjuntamente con sus actores: electoras, electores, partidos y candidatos.
6.- Al exponer por vía oral o de manera escrita, cada quien puede tomar partida abogando para que ciudadanas y ciudadanos decidan sufragar sin tomar en cuenta que los partidos son iguales, y los candidatos defienden los mismos intereses y son de similar ideología.
7.- Es posible desarrollar ideas tomando carta en el asunto de las votaciones, haciéndole saber al electorado que está actuando como guanajo, tonto de remate, con cerebro de mosquito.
8.- El escenario electoral dominicano sirve, no solo como campo abierto para el ejercicio politiquero, sino también para enriquecer el conocimiento de la profundidad de la degradación, el menosprecio a la dignidad, al honor y a la vergüenza.
9.- Las elecciones o votaciones ponen en escena a las diferentes clases, sectores y capas sociales que inciden en el quehacer político nacional dominicano, dejando ver también los vicios sociales de los cuales adolecen.
10.- La vida nos enseña que en un país como el nuestro, con un montón de seres humanos hambrientos, la campaña electoral es un espacio adecuado para lo sano y lo podrido, lo honesto y deshonesto.
11.- Ese carajo presto para intrigar, enredar y manipular, así como la víctima de la torpeza, se encuentran frente a frente en las urnas el día de las votaciones.
12.- Toda esa maraña, ese alboroto que aquí es la campaña electoral, nos hace saber que la sociedad dominicana solo sirve como modelo de lo que no debe ser una comunidad humana en el siglo XXI.
13.- Sería bueno que cada uno de nuestros connacionales decidiera de manera pública, con el corazón en las manos, sincerarse, no tener pelos en la lengua, espontáneamente decir, o de cualquier forma hacer saber, si está o no de acuerdo con que el pueblo dominicano siga participando en procesos electorales amañados, arreglados para burlarlo, faltarle el respeto.
14.- La forma como aquí impulsan a las ciudadanas y a los ciudadanos para ir a votar, es una manera burda, grosera, chocarrera y ridícula, nada seria.
15.- No tenemos ninguna duda de que no será para siempre, que los enemigos de la generalidad del pueblo dominicano, van a controlar el Estado, gobierno e instituciones.
16.- Nada quita que los ideólogos de los que controlan el poder económico, político y social, les hagan saber a sus mandatarios, que el día que el pueblo sea dueño de su destino, ahí mismo terminó la forma de hacer procesos electorales con candidatos y partidos iguales, defensores de un sistema que va contra el desarrollo humano.
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