Ginebra.- El riesgo de hambruna en la Franja de Gaza aumenta cada día, en particular en la zona norte del enclave, donde unas 300,000 personas han quedado aisladas de la asistencia y donde las evaluaciones de seguridad alimentaria muestran las mayores necesidades, señaló hoy la ONU.
«La última vez que la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) pudo realizar una distribución de alimentos en el norte de Wadi Gaza (área central de la Franja) fue el 23 de enero«, según el informe diario de la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria de Naciones Unidas (OCHA).
Según las evaluaciones realizadas, toda la población de la Franja de Gaza estaría en una crisis alimentaria o rozando el hambre al menos desde el diciembre, y en el periodo transcurrido desde entonces, uno de cada cuatro hogares sufre condiciones de hambre catastróficas.
Ante esta situación, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas denuncia que la ayuda que llega a la ciudad de Gaza es «insuficiente» y reclama un acceso «más rápido y sostenido».
En la zona norte del enclave se lanzó este fin de semana desde el aire ayuda amarrada a paracaídas guiados por tecnología GPSl en una operación llevada a cabo por las fuerzas aéreas de Jordania y Países Bajos con el fin de hacer llegar suministros al hospital de campaña jordano.
Mientras, en el sur, continúa la intensa ofensiva por tierra, mar y aire sobre la ciudad de Jan Yunis, lo que continúa empujando a miles de personas a desplazarse a la ciudad sureña de Rafah, que ya alberga a más de la mitad de la población gazatí y a donde la ONU teme que se extiendan las hostilidades.
En las últimas 48 horas, al menos 123 palestinos han muerto y otros 169 resultaron heridos como consecuencia de los bombardeos según datos del Ministerio de Salud gazatí.
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