REDACCIÓN. – El 16 de febrero de 1973 fue fusilado Francisco Alberto Caamaño Deñó, héroe nacional que lideró la guerra contra la intervención militar extranjera en 1965, y expresidente provisional de la República Dominicana.
Caamaño Deñó fue asesinado durante el régimen de Joaquín Balaguer, tras una alegada confrontación con militares dominicanos cuando encabezaba un foco guerrillero que entró por playa Caracoles, en Azua, procedente de Cuba.
Caamaño Deñó fue apresado por el teniente Raúl Almonte Lluberes, del Pelotón de Reconocimiento del Batallón de Cazadores de Constanza.
De acuerdo con Harmlet Hermann, en su libro biográfico «El Fiero», de acuerdo con el periódico Acento, Eberto el coronel Héctor García Tejada recibió la orden para que se hiciera cargo del prisionero Caamaño acompañado del teniente del Ejército José Antonio Almonte Castro y del cabo Martínez, del Batallón de Cazadores.
Ambos trasladaron a Caamaño hasta un lugar cercano donde esperaban emboscados a unos soldados. “Al llegar al punto señalado, el coronel García Tejada instruyó al teniente Almonte Castro para que se alejara del prisionero. Es entonces cuando Caamaño se da cuenta que el momento ha llegado y grita: ¡Ah, entonces me van a matar! ¡Viva Santo Domingo libre, coño!”, describe Hamlet.
«Entonces tronaron los fusiles de los soldados que estaban escondidos en el lugar. Inexplicablemente, los soldados emboscados habían puesto sus fusiles FAL para que dispararan en ráfagas. Esto hizo que sólo el primer disparo acertara y los demás se perdieran en el aire incluso pasando cerca del coronel García Tejeda y del teniente Almonte Castro. Todavía con vida el expresidente Francisco Alberto Caamaño, el oficial superior le dio el tiro de gracia en la frente. Esto aseguraría el ritual del crimen”, narra Hamlet Hermann.
El cadáver del guerrillero Caamaño no fue entregado a los familiares y jamás se ha dado cuenta de su destino.
El medio El Nacional indica que, en una conversación con el periodista, escritor y diplomático Cándido Gerón, Balaguer se lavó las manos sobre la muerte y los restos de Caamaño Deñó y dijo que la decisión final la tomaron asesores estadounidenses y la cúpula de los institutos armados.
Antes de la muerte de Caamaño
Trece días antes, el 3 de febrero del año 1973, había desembarcado en el país al frente de un comando guerrillero, con el propósito de derrocar a Balaguer y reinstaurar el régimen constitucional de Juan Bosch.
El grupo, completado por Heriberto Lalane, Toribio Peña Jáquez, Hamlet Hermann, Claudio Caamaño, Mario Nelson Galán, Alfredo Pérez Vargas, Ramón Euclides Marte y Juan Ramón Payero, entró por playa Caracoles, provincia de Azua.
Llegaron en el yate Black Jack procedente de Guadalupe, en el Caribe Oriental, luego de recibir entrenamiento guerrillero en Cuba, hasta que después fue apresado y fusilado.
Héroe
Francisco Caamaño Deñó se le considera un héroe nacional por encabezar la revuelta de abril de 1965 en demanda del retorno al poder del profesor Juan Bosch, quien había sido derrocado por un golpe de Estado en 1963, y resistir la intervención estadounidense.
En espera de los restos de Caamaño
Alberto Caamaño, hijo mayor del guerrillero, declaró hace un año en un diálogo en AcentoTV, que hay dos cosas que hacen falta en la relación de la familia Caamaño con el Estado:
Primero, que se diga oficialmente qué se hizo con los restos de Caamaño. La familia asegura que no lo sabe, ni nadie lo conoce, y supuestamente es el Estado quien tiene ese secreto.
Segundo, que se le devuelva el grado militar, por parte de las Fuerzas Armadas o Ministerio de Defensa.
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